Álbum

Mustafa

DunyaJagjaguwar-Popstock!, 2024

En su esperado primer largo, el sudanés-canadiense Mustafa refina todo lo bueno encontrado en un revelador miniálbum, “When Smoke Rises” (2021), en forma de bella elegía por los amigos perdidos a manos de la violencia callejera en Regent Park (Toronto), la complicada comunidad de vivienda pública donde creció y de la que salió a través de la poesía y luego la música, en un primer momento compuesta para otros, como The Weeknd, Camila Cabello o Jonas Brothers.

En el álbum volvemos a escuchar algunos temas sobre pérdida y violencia por armas de fuego (su hermano mayor fue asesinado en verano de 2023), pero el artista ha querido remarcar que este disco no es tanto sobre la muerte como “sobre el mundo que todavía vive a mi alrededor”, según dijo en entrevista con CBC Music. Escuchamos a un Mustafa que trata de celebrar, conservar mientras se pueda todo lo bueno aún en pie; tratar de reconectar con amigos, afirmar su fe, subrayar la importancia de amor y conexión.

Musicalmente puede recordar a lo anterior, pero a la vez es un claro (espacioso, espectacular) paso adelante, elucubración elegante sobre un folk-R&B en el que la electrónica sutil puede convivir con instrumentos del África Oriental. Repiten en la producción su leal Simon On The Moon y Rodaidh McDonald (Sampha, The xx), y se suma Aaron Dessner de The National, experto en dar sofisticación y carisma indie a los sonidos de raíz folk. En la sorprendente “Gaza Is Calling”, sobre un amigo palestino con el que perdió contacto, Mustafa se atreve con una desembocadura IDM que apunta hacia futuros pasos adelante.

La mano de Dessner se nota en la inicial “Name Of God”, delicadeza de corte acústico con reflexiones sobre su relación con el islam y lo que algunos hacen en nombre de Dios: “¿Del Dios de quién estás hablando / cuando empiezas a romper cosas?”. “Dunya”, que significa en árabe algo así como “el mundo con todos sus defectos”, es un disco con bastantes preguntas, preguntas ya desde los títulos: “What Happened, Mohamed?” parece dirigida a un amigo del que se distanció por las políticas internas del barrio, mientras que “What good is a heart?” cuestiona el valor de la rocosidad y defiende el valor de la fragilidad.

A la altura de esta última y, sobre todo, la excelente “Imaan”, de estribillo sutil pero irresistible, es fácil empezar a imaginar a Mustafa convertido en ídolo de una inmensa minoría. Otro hit con potencial masivo es “I’ll Go Anywhere”, vals pop con palmas flamencas y laúd árabe en la que se aprecia la voz de Rosalía, que incluyó, apropiadamente, el “Stay Alive” de Mustafa en una lista de Spotify para escuchar durante la cuarentena. Su buena agenda de contactos incluye también a Clairo, cuyo piano y voz suenan en “Hope Is A Knife”, o a Daniel Caesar, encargado de las armonías en “Leaving Toronto”, descripción emotiva de su relación de amor y odio con su ciudad; de la devoción puede pasar al resentimiento más doloroso: “Inundaría esta ciudad si pudiera”. Lo gentil no quita lo herido. No confundamos la amabilidad con debilidad. ∎

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