Reedición

Neutral Milk Hotel

The Collected Works Of Neutral Milk HotelMerge-Popstock!, 2023

Para culminar una buena historia solo faltaba una recopilación definitiva y aquí está. La historia es la siguiente: cuando Neutral Milk Hotel publicó en 1998 su segundo (y, a la postre, último) álbum, casi nadie les hizo caso, pero se puede decir que, poco después, se convirtió en el primer grupo indie adorado por la entonces naciente blogosfera. Sus conciertos eran tan caóticos como la personalidad de su líder, Jeff Mangum, y se dice que, harto de que los fans no dejaran de hacerle preguntas sobre el significado de sus extrañas canciones, desapareció del mapa. Como en la novela “Juliet, desnuda” (Nick Hornby, 2009) o en el documental “Searching For Sugar Man” (Malik Bendjelloul, 2012), la desaparición inexplicada del músico creó el mito en su ausencia. Así, Neutral Milk Hotel se convirtió en una de las bandas más citadas y reivindicadas en las dos primeras décadas del milenio, hasta el punto de reunirse para volver a tocar en directo entre 2013 y 2015, con el precedente de una gira en solitario de Mangum un par de años antes.

La caja reúne, aparentemente, todo el material publicado por el grupo afincado en Athens (Georgia, EE UU), junto a un puñado de grabaciones inéditas, pero viene con trampa. Por un lado, no está exactamente todo lo que editaron (fans avezados han apuntado temas ausentes) y, por otro, se trata de una actualización más comercializable por parte del sello Merge de “Box Set”, la compilación en edición limitada que autopublicó Mangum con su madre en 2011. Ahora, añade una mejor presentación, algunos temas extra (como una versión en directo registrada en 2014 del single “Little Birds”), o la recuperación plastificada y digitalizada de directos popularizados entre los fans como “Live At Jittery Joe’s” (concierto en solitario de Mangum en 1997, que incluía una de las pocas versiones que de él se conocen: “I Love How You Love Me”, de Phil Spector). Y, aunque no del todo, porque en el mundo de la Leche Neutra siempre reinó el caos, sirve para poner un poco de orden en su obra. Tiene gracia seguir por aquí el proceso creativo de Mangum, comprobar cómo los temas iban cambiando de título y letra en sus diversas versiones.

Todo esto para los iniciados. Para los no tan puestos en el universo de este grupo surgido de aquel colectivo de bandas psicodélicas que se denominó Elephant 6, el mayor reclamo siguen siendo sus dos LP’s oficiales: “On Avery Island” (1996) y, sobre todo, “In The Aeroplane Over The Sea” (1998), que era como intentar congraciar la ambición conceptual psicodélica de The Beatles y The Beach Boys con el sonido más lo-fi del indie de los noventa. Robert Schneider (líder de Apples In Stereo) aportó una producción que conseguía, de modo muy ingenioso, hacer convivir esos dos mundos en armonía. Mientras, Mangum, quien recurría por primera vez a una banda completa para grabar, utilizaba instrumentos insólitos y daba rienda suelta a todas sus locuras con textos marcados por el flujo de conciencia y experiencias sonámbulas. No era, pese a ello, un estilo lírico tan cerrado o elusivo como podría parecer, sino que se abría a un universo de sugerencias que ha inspirado toneladas de literatura al respecto. Diría que, de pocos grupos con trayectoria tan corta se ha escrito tanto. Me llama la atención, por ejemplo, su obsesión por cierto mito de las niñas que mueren jóvenes. La teoría de que su segundo álbum girase en torno a la historia de Anna Frank es difícil de validar como narrativa general, pero está claro que su mito flota, de modo poco convencional, sobre la mayoría de sus canciones. No fue la única: “April 8th, de su primer álbum, se basaba en la historia de Elsie Paroubek y en “The Story Of The Vivian Girls” de Henry J. Darger, y “Home” trataba sobre la violencia parental. En suma, Neutral Milk Hotel rompió con las convenciones de la narrativa indie rock, tanto lírica como temática y musicalmente, para crear un mundo propio que era, a la vez, ensueño y pesadilla, más terrenal y escatológico cuanto más fantasioso. Me encanta, por ejemplo, su declaración de amor a Naomi Yang, de Galaxie 500, en “Naomi”: tras cantar que ella está en pleno florecimiento y que espera que pronto explote en un billón de sabores y melodías y que un billón de ángeles la agarrarán hasta hacerla llorar, dice que ha probado el perfume de Naomi y que sabe a mierda. En aquel momento, él nunca la había conocido en la vida real. ∎

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