La trayectoria de Nídia va estrechamente ligada a la de Príncipe Discos. Y no solo por el hecho (obvio) de que haya publicado en el sello lisboeta prácticamente todos sus discos o porque sea referente incuestionable dentro del colectivo; también porque ella junto a otros nombres (algunos más experimentados, otros más jóvenes) han ido sofisticando y refinando en los últimos años un sonido que al principio de toda esta historia era tremendamente crudo y rudimentario. Ahí está como ejemplo la reciente reedición del debut de DJs Di Guetto, del 2006, piedra de toque de todo el estilo Príncipe que vendría después: ritmos atropellados, rapidez y suciedad; una aproximación punk a géneros como el tarraxo y el kuduro con los elementos que tenían a más a mano (cajas de ritmo y sintes baratos prestados por un primo mayor o comprados en el Cash Converters). Así sonaba también –quizá un poco más rebajada de dureza– la primera mixtape de la propia Nídia, “Estudio da mana” (del 2014), cuando aún utilizaba el apellido artístico de Minaj. Un disco, por cierto, publicado en el sello australiano Brothersister Records; no debutaría en Príncipe hasta el año siguiente, con el EP “Danger”.
Uno compara ahora ese primer disco con el último, parando en los dos que hay en medio –“Nídia é má, Nídia é fudida” (2017) y “Não fales nela que a mentes” (2020)–, y la evolución se hace muy evidente; aunque, conviene señalarlo también, sin dejar nunca de lado la base de su estilo y su discurso. O sea: la recuperación de sus raíces africanas y la transformación de la rítmica y las percusiones del oeste del continente en un lenguaje electrónico plenamente contemporáneo. Ese proceso llega a su máximo refinamiento con “95 MINDJERES”, aún muy básico e incluso minimalista en algunas de las estructuras y los redobles (dos o tres temas parecen sketches o incluso “club tools” para ser usadas por otros productores), pero con el pitch más bajo y la paleta sonora muchísimo más rica en matices. Una constante, como decíamos antes, del propio sello, y que se percibe también por ejemplo en los más recientes discos de DJ Danifox y de RS Produções.
Puede engañar un poco en ese sentido el arranque del álbum, con la intensa “E COMO?” (así, en mayúsculas) jugando la carta de las percusiones muy a fondo. Pero luego, poco a poco, ya se percibe esa nueva finura en temas como “To la”, “pose” (así, en minúsculas) o “Mindjeres”, con una variedad de tonos y timbres superior a sus discos anteriores; y especialmente en las dos últimas composiciones, “abcd” y “Paradise”, maravillosas ambas, que apuntan a un presente y un futuro (de ella y de la plataforma) en el que ya no es tan necesario mirar hacia la pista de baile.
“95 MINDJERES” es también el álbum más político de Nidia. El título, en criollo, está conectado directamente con sus orígenes africanos y apela a las mujeres que lucharon dentro del PAIGC (Partido Africano para la Independencia de Guinea-Bisáu y Cabo Verde) para la liberación de ambos estados del yugo colonial portugués en los sesenta y setenta. En la nota de prensa que acompaña al disco se mencionan de forma expresa dos nombres, los de Teodora Gomes y Titina Silá, como las líderes de ese grupo de 95 mujeres a las que instruyeron con entrenamiento militar y a las que inculcaron la conciencia política para alcanzar la independencia. Si están aún vivas y lo han podido escuchar, seguro que se sentirán bien representadas. ∎