Entre seguir la línea más o menos recta y reaccionar a lo inmediatamente anterior, Mike Hadreas, alias Perfume Genius, eligió hace un par de años lo segundo. Por entonces muchos no lo sabíamos, pero “Set My Heart On Fire Immediately” (2020) fue consecuencia urgente y decididamente pop de un trabajo muy abstracto, su música para el proyecto de danza y música en directo “The Sun Still Burns Here”, del que hasta hace poco solo habían emergido las piezas “Pop Song” y “Eye In The Wall”.
Ahora, aquellos que no tuvimos la suerte de asistir al espectáculo en Seattle, Minneapolis, Nueva York o Boston podemos al menos escuchar la escurridiza música que lo sustentaba. “Ugly Season”, especie de souvenir tardío de aquel ensayo sobre deterioro, catarsis y la necesidad de trascender el cuerpo, se presenta como el disco más libre e iconoclasta de Hadreas, que ya es decir. “No tenía ningún límite o idea predefinida sobre el proceso, más allá de querer que las canciones fueran a un lugar energético y que duraran un cierto tiempo y tuvieran un cierto sentimiento”, contó el artista a ‘MTV News’. “Quería que fuesen, ya sabes, como operáticas, pero no me importaba cómo se ejecutara eso”.
Sería difícil que “Ugly Season” diera pie a un disco de remezclas tan directo y potente como “IMMEDIATELY Remixes” (2021). Esto tiene que ver más con la intuición, también con la improvisación, a la que Hadreas se lanzó de cabeza con el (sensacional) productor y músico Blake Mills y el pianista Alan Wyffels. La singularidad se advierte ya desde la apertura con “Just A Room”, aunque ese aroma a cerrado es una pista falsa: el resto del álbum es una carrera constante hacia otro lugar, la persecución de un estado de conciencia superior que no requiere esfuerzo, tan solo dejarse llevar.
Algunas canciones pueden engañar, como “Herem”, que empieza recordando a Sade, pero que termina cambiando ese cierto aire sophisti-pop por el clima litúrgico y desemboca finalmente en un trecho instrumental como del Peter Gabriel bandasonorista de los 80. En su búsqueda de la falta de límites, Hadreas se permite también desde instrumentales pianísticos de vuelo libre (“Scherzo”, el más contenido “Cenote”) hasta largos desarrollos hipnóticos para pistas de baile improvisadas en galerías de arte (“Eye In The Wall” y, en concreto, su segunda mitad, con gran desenlace estroboscópico).
Pero que tampoco se asusten quienes busquen melodías claras. Queda la explícitamente titulada “Pop Song”, con ese sintetizador oscilante como en aparente tributo a “The Ballad Of Lucy Jordan”, de Marianne Faithfull; un curioso caso de canción en el que Hadreas, lejos de odiar su cuerpo, se regocija en su propia materialidad y su posible fusión con la ajena. O ese corte titular en clave gozosamente dub. O la torch song “Photograph”, en la que, por otro lado, también hay espacio para esputos free jazz, como en la enésima canción del artista con un Jason (ahora traficante) entre líneas: obsesiva “Hellbent”. ∎