Para Clara Viñals, grabar un disco no es coser y cantar, sino un largo, meditado, proceso de creación y cocción, y así se explica su dosificación de material: tres canciones en el EP “Renaldo & Clara” (2009), que grabó con 18 años, cuatro en
“Lilà” (2012), y ahora, apoteosis, nueve en este estreno largo de
Renaldo & Clara, que muestra a su grupo convertido en quinteto.
“Fruits del teu bosc” expande el estilo pop recogido, aromático y melancólico de aquellos discos breves y, con ello, suministra nuevas escenas de emotividad frágil envueltas en primorosos celofanes melódicos.
Serán las circunstancias propias de Lleida, enclave brumoso y un poco alejado de casi todo, que invitan a Viñals a mirar su realidad desde un encuadre vulnerable.
“Ara no sé quan ens veurem / el paisatge es mereix que el mirem més” (
“Ahora no sé cuándo nos veremos / el paisaje se merece que lo miremos más”), canta en
“Els dies s’allarguen”, vinculando su recorrido sentimental con el escenario de esas jornadas que se funden con el crepúsculo. Minimalista en los textos, ahorrando léxico, y precisa en los giros melódicos, Viñals aporta canciones minuciosas y con ángel, como
“Gira-sols”, la pausada
“Migrador” y la pieza instrumental
“De llances”, que cierra el disco con un evocador toque de trombón de Eric Herrera. Bonito, pero, mucho más que eso, transmisor de vidriosas sensaciones con capital perdurable. ∎