Salva Alambre

Salva Alambre, una verdadera alma libre de la creación musical, ya nos ha acostumbrado a hacer una cosa diferente en cada trabajo. Tras su personal exploración de la música electrónica en “Electromagnetismo” (2020), ahora ha decidido entregar lo que él mismo define como “un álbum vocal del siglo XXI”. Su originalidad a la hora de usar solamente voces en la composición y grabación es relativa (¿alguien más se acuerda de Hyperpotamus?), pero este francotirador murciano, siempre con la complicidad de su inseparable Marco Velasco a la producción, es capaz de conferirle un prisma propio. Además de agradecibles muestras de humor e ingenio, sabe cómo contagiar su capacidad de diversión y su concepción de la música como un juego de niños al que se han sumado amigos como Susana López (Susan Drone), Nino García (Cherry), Alejandro Martínez (Klaus & Kinski, Alexanderplatz), Paula Sal (Pau From Mars) y Yago García (Color Clash, Perapertú).

La mentalidad experimental del álbum, en el que las voces se tratan y desfiguran de las maneras más inesperadas, no se riñe con la mentalidad pop que el excomponente de Los Alambres y Electrowendy mantiene bien armada desde que debutase en solitario con “Matemática ingenua” (2018). Porque, al final, se trata de una colección de canciones muy bien enfocadas, cuyas melodías y armonías vocales no distan tanto de Animal Collective, y que también muestran una filosofía de la vida. Se percibe en estos once temas una reivindicación de la solidaridad orgánica y una refutación de la idea de progreso. Frente al humor heredado de Gómez de la Serna, Mihura o Jardiel Poncela que el músico había esgrimido con anterioridad, ahora expone sus ideas con una inocencia frontal. Si se escucha en streaming, por cierto, se recomienda completarlo con el single de adelanto “La nube”, adaptación del poema “El extranjero”, de Charles Baudelaire, grabado en las mismas sesiones y con la misma mentalidad. ∎