Álbum

Santiago Motorizado

El retornoPrimavera Labels, 2025

Dar tu a apellido a una familia y luego irte con otra. Eso es más o menos lo que Santiago Motorizado ha hecho con “El retorno”, su tercer álbum en solitario, pero el primero que no está concebido como banda sonora de nada, algo que lo sitúa en un plano distinto a “Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro” (2021), telón musical del reestreno de la serie “Okupas”, y “La muerte no existe y el amor tampoco” (2019), LP con el que le puso sonido a la película homónima de Fernando Salem.

No es que Santiago haya dejado a Él Mató A Un Policía Motorizado, ni mucho menos, sino más bien ha salido a por tabaco. De hecho, los argentinos, con Motorizado a la cabeza, se estrenarán este mismo noviembre en el Sant Jordi Club de Barcelona (día 22) y en el Movistar Arena de Madrid (día 26) para cerrar la celebración del 20º aniversario de “Él Mató A Un Policía Motorizado” (2004), un debut que dos décadas más tarde los sitúa en la cúspide del indie en español.

Este “El retorno” es más bien la correspondencia con la amada, porque en él, Santiago Motorizado toma aire y escribe una larga carta con todos los matices que el amor puede tener, que quizá no podía escribir bajo el paraguas del grupo, porque en este trabajo todo tiene una mirada mucho más personal, una tensión entre emisor y receptor que podría haber quedado cohibida bajo la mirada de sus compañeros de banda.

Al menos eso sucede en las letras, porque en lo musical, “El retorno” bien podría ser una continuación de “Súper Terror” (2023), con las usuales guitarras letales, como sucede en “Camino de piedras”, el tema que abre el disco y que se presenta como uno de los menos empalagosos.

A partir de ahí, Motorizado transita un terreno ya conocido, como es el uso incesante de la muletilla “Ey, nena”, que da pie a “Amor en el cine”, corte en el que el cantante se confiesa “fanático de todo” entre sintetizadores; “No me trates mal”, con un tono de balada pastelosa; o “El gomoso”, en la que se acumula el rencor de un amor fallido. También tira de la variación “Oh Dana” para romantizar la cotidianidad de la pareja ya establecida.

El álbum es también el mapa de una relación, que comienza con la trama urbana de todos los enamorados, de paseos por la ciudad –como sucede en la rockera “La revolución”– y aventuras en el barrio ajeno –así se muestra en los largos riffs de “Google Maps”–, y sigue en la adecuación del apartamento propio que propone “Pienso en vos”.

Por cierto, en este último corte se cita a la banda 107 Faunos, platenses compañeros de generación de Él Mató de los que Santiago Motorizado adapta “Jazmín chino” con una profundidad de voz que hace parecer un juguete a la original de 2014.

El final del trabajo se encara desde un lugar en el que las cosas no han marchado. “El pastor me dio su mano” toma forma de disculpa porque “es culpa de la carne, yo quiero ser libre”, mientras que “Te pido perdón”, último corte del disco, se respalda en un sonido acústico para eso, para pedir perdón.

Una vez terminada la aventura en solitario, con enamoramiento y desenamoramiento por medio, Santiago Motorizado regresará a la banda que lleva su apellido para seguir haciendo las mejores canciones del panorama. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados