Ya sabemos quiénes son, ya dieron un concierto (más sobre esto en el párrafo final), pero eso no significa que el colectivo con los casados Inflo y Cleo Sol como núcleo creativo vaya a empezar a hacer las cosas como todo el mundo. Ellos sigue moviéndose a su gusto, esperando a 2025 para lanzar lo que podría verse como una precuela de “11”, solo uno de los ¡cinco! discos que publicaron en 2022. Y lanzándolo, claro, por sorpresa, con el único avance de cuatro extractos colgados el 15 de abril en X e Instagram. Lo del rollout más o menos clásico no van con ellos. Tampoco las fotos de promoción, las entrevistas ni los tuits sobre todo y sobre nada.
Otra sorpresa es que estemos ante su disco más luminoso hasta la fecha, un manual de felicidad con guiños chispeantes al R&B de los setenta y ochenta. El mensaje está claro desde la inicial “T.H.” (o sea, “The Healing”): aquí hemos venido a (tratar de) regenerarnos emocionalmente, a perder voluntariamente según qué equipaje emocional. “No veo otra cosa que amor en tus ojos / una curación natural”, canta Sol a lomos de un groove uptempo de primera categoría, espacioso y profundo, con mucho del “Don’t Stop Till You Get Enough” de Michael Jackson, una referencia bastante constante en la obra. Ese espíritu reconstituyente se prolonga algo más adelante en “K.T.Y.W.S.” (“Know That You Will Survive”): “No dejes que la duda / salga de tu boca / escucha en tu interior / recuerda que sobrevivirás y que tu futuro es brillante”, este último verso también cantado con entusiasmo por el Inflo corista, en este álbum bastante presente.
A lo largo de un trayecto sin altibajos, siempre lustroso, SAULT se miran en el espejo de la Mary J. Blige de “Real Love” (“R.L.”), invocan el funk sagrado de James Brown (“P.”, o “Power”, con guitarra de Jack Peñate y bajo de Duane Atherley, de Kokoroko, el octeto afrobeat de culto) y se postulan como guardianes de la fiebre disco en “S.O.T.H.” (“Sounds Of The Healing”), cuyos fantasiosos mensajes inspiradores (“tú decides quién quieres ser / las estrellas se alinearán”) parecen creíbles al menos mientras dura la música. Entre toda esta vitalidad queda también un poco de espacio para la pérdida y el remordimiento: “La confianza se ha roto / Lo siento, es demasiado tarde”, canta Sol en “S.I.T.L.” (“Sorry It’s Too Late”), acompañada por el bajo de Josh Lloyd-Watson (de Jungle) y el órgano y sintetizador de Niji Adeleye, uno de los pianistas más solicitados del momento.
La alegría (más o menos general) de este “10” de casi 10 contrasta con lo que SAULT viven ahora en el mundo real. Little Simz alega que su antiguo colega Inflo no le ha devuelto el préstamo de 1,7 millones de libras que le hizo en 2023, empleado en parte para costear el citado único directo de SAULT hasta la fecha, celebrado en Drumsheds (Londres) a finales de aquel año. Son trazos de realidad que contaminan ligeramente la escucha y la digestión de este disco de vocación elevadora. ∎