Sinéad O’Connor

Estoy entusiasmado últimamente. La razón es el primer LP de Sinéad O’Connor. Me habían hablado bien de la chica; concretamente la sigo desde que participó en el disco de World Party (misma discográfica). También cantaba en “Captive”, la banda sonora compuesta por The Edge. Sabía de su gran voz, de su juventud, de su talento y de una adolescencia difícil. Pero la realidad ha superado los pronósticos. “The Lion And The Cobra” es una auténtica salvajada. Ya desde la portada, con la irlandesa rapada al cero en posición de animal a la defensiva, se intuye la experiencia nueva. En unos tiempos como estos en que las mujeres parecen vender (no hay casi grupos nuevos sin algún miembro femenino), si Sinéad no triunfa será una injusticia grave. Ella sola, con 21 años, ha producido el disco. Tiene una voz personal que sabe tanto abrir como cerrar heridas, compone a base de pinceladas de insólita madurez y se rodea de músicos excelentes (para la gira ha conseguido la sección rítmica de los disueltos Smiths, Andy Rourke y Mike Joyce).

El estilo es indudablemente propio. Se la ha comparado con Kate Bush por el encanto barroco, y también con Siouxsie por cierta similitud en la tonalidad, aunque todo esto es pura basura cuando se descubre su potencial vocal único. La interpretación desgarradora de“Just Like U Said It Would B” y los peliagudos gemidos en “Troy” son capaces de emocionar hasta a una piedra, sobre todo teniendo en cuenta la eficacia original de los arreglos. Al igual que el Peter Gabriel anterior a “So”, consigue crear una comunicación tensa entre instrumentos y voz, realzándose mutuamente ambos. “Jackie” sube fácil gracias a una guitarra escalofriante que yo no recuerdo haber escuchado al menos desde la de Mick Ronson en “Moonage Daydream” (“Ziggy Stardust”). También está el riff de “Mandinka”, tan clásico como los de “You Really Got Me”, “Wild Thing”, “Brown Sugar” u “All Right Now”. Y el estribillo instantáneo de “Jerusalem” (por cierto, más que parecido al de “You Sexy Thing” de Hot Chocolate). ¿Que no he sido lo suficientemente convincente? No importa, solo pienso recomendarlo a los muy amigos. ∎