En 2025 se cumplen 71 años de “Rock Around The Clock” (1954), de Bill Halley & His Comets, tiempo suficiente para que haya dejado de asociarse el rock’n’roll a la juventud rampante –aunque Haley siempre tuvo una pinta bastante viejuna–. La verdad es que sigue haciéndose y es normal escuchar críticas hacia músicos veteranos que “todavía van dando tumbos por los escenarios como si tuviesen veinte años”. Ciertamente, The Loft son cuatro británicos sesenteros que hacen indie pop melódico de guitarras heredero de The Velvet Underground de “Loaded” (1970) y de los Television de “Adventure” (1978), pero su historia es diferente por incompleta y rocambolesca.
Siendo los primeros niños bonitos de Creation Records, pioneros en el sonido que ocupó la imaginación de buena parte del indie británico en la segunda mitad de los años ochenta, se separaron enemistados hace 40 años sobre el escenario mientras teloneaban a The Colourfield, la banda de Terry Hall, habiendo grabado tan solo un single (“Why Does The Rain” / “Like”, 1984) y un EP, el muy valorado “Down The Hill & Down The Slope” (1985). Sus razones –de ego– las ofrecen en un pequeño cortometraje promocional publicado en marzo de este año. Pasaron cuatro lustros volviéndose a reunir para dar algún concierto y registrar cinco temas nuevos, de los cuales dos salieron como single físico –de los de verdad, vamos– “Model Village” / “Rickety Frame” (2006). El proyecto volvió a pararse hasta que en 2024 decidieron intentarlo de nuevo con un puñado de canciones escritas por el de siempre, Pete Astor (voz y guitarra), siendo diez las que han integrado el primer álbum de la banda.
Es lógico pensar que Astor, Andy Strickland (guitarra, voz), Bill Prince (bajo) y el gran Dave Morgan (batería), miembros originales de una banda que permanece en el tiempo casi como una gota de ámbar, llegan un poco tarde al guateque con sus camisetas de rayas y una parroquia de seguidores curados de espanto. Vamos, que sorprender con un rayo de novedad creativa ya no es el objetivo de nadie a estas alturas. Sin embargo, el estado de conservación de The Loft no solo es bueno, sino que han logrado darle forma a un álbum impecable cuyo sonido se compadece con el original del grupo pero que a la vez suena contemporáneo gracias también a la exquisita labor del productor y mezclador Sean Eden, nombre habitual en los créditos en solitario de Astor. Todo bajo la siguiente clave bóveda: las canciones del ex The Weather Prophets estarían arregladas por el cuarteto al completo, que subieron un par de tonos aquellas composiciones para adaptarlas al repertorio sonoro de The Loft, sin añadir más instrumentos que los propios de cada cual ni tratamientos o añadidos ulteriores.
Un pequeño sorbo de “Everything Changes Everything Stays The Same”, disco de segundas oportunidades, carreteras abiertas y excelentes canciones que transcurren a la velocidad de la luz, y la condescendencia inicial se transforma en entusiasmo. En “Feel So Good”, su primera canción, canta Astor: “I’m a hungry ghost and I want more; I’m lost but I’m good at pretending I’m not; so, pour it out, drink it down, I don’t want to feel good tomorrow I want to feel good now”. No es que el autor haya estado aburrido mirando la pared como comprobamos en su entrevista del año pasado, pero la experiencia dicta marcar distancia entre vulnerabilidad, sentido del humor y las ganas de rocanrolear. Marcado así el terreno, se suceden grandes canciones como la irónica “Dr. Clarke”, que remite inevitablemente al “Doctor Robert” de los Beatles y que comparte con “Do The Shut Up” parecido pulso beat. La frescura es uno de los grandes logros del disco.
Asumimos que el solo de guitarra de“Storytime” pertenece a Strickland, que no es Tom Verlaine pero replica admirablemente esa forma de ventilar el virtuosismo con aire puro. “Greensward Days” es otro buen momento de esta colección de medios tiempos con un coro que rebosa “Days”, curiosamente, la única canción compuesta en “Adventure” por Verlaine y Richard Lloyd, al igual que Astor y Strickland hacen en su álbum. “Somersaults” contiene la melancolía borrascosa que Astor vertía con The Weather Prophets, aunque “Why Does The Rain” fue antes una canción de The Loft: “somersaults and sudden rain, here we go again”. “Brand New Love” es una versión de Lou Barlow, el genio del lo-fi con Dinosaur Jr. o Sebadoh, destinada al flexi single vintage de regalo que acompaña al álbum en su edición de vinilo, y “Got A Job” ha ido a parar a la cara B del single “Dr. Clarke”, completando las grabaciones seleccionadas para esta brillante vuelta que es algo más que una simple reconciliación, como se intuye en la letra de “This Machine”, el electrificante corte que cierra a lo grande un álbum que puede traerlos a España, también por primera vez, quizá en 2026. ∎