U.S. Girls

La siempre mutante Meghan Remy vuelve a la carga dos años después de “Bless This Mess” (2023) y de la recopilación de temas en directo “Live” (2023) con su noveno álbum en estudio, un disco de tecnología analógica grabado en tan solo diez jornadas, o sea, prácticamente a un ritmo de corte por día, con muy pocos overdubs y un grupo renovado de músicos instalados en la siempre resonante Nashville, capital del estado de Tennessee. Además, “Scratch It” ha supuesto una estrecha colaboración de U.S. Girls con el guitarrista Dillon Watson y otros mercenarios de elevada cualificación, entre ellos Jack Lawrence, bajista en proyectos como The Rancoteurs o The Dead Weather, o el veterano Charlie McCoy, colaborador de dioses de la antigüedad como Elvis Presley, Johnny Cash, Roy Orbison o el resistente Bob Dylan –ambos comparten los 84 años de edad–. La armónica de McCoy se hace especialmente audible en la insuperable “The Clearing”, un tema hipnótico donde Remy vuelve a demostrar su talento como compositora, pleno de fluidez musical y lírica, elemento definitorio de “Scratch It”, donde la artista canta, sin poseer una voz precisamente espectacular ni falta que hace, como si de una experimentada vocalista entre el roots jamaicano, el soul clásico y la new wave se tratase. Es una de las piezas contendientes de “Bookends”, nuestra Canción del Día hace apenas dos meses, donde destacaba la contribución inestimable de McCoy, también presente en el vals country con ramalazos beatnik en la onda de Townes Van Zandt de “Pay Streak”.

Otra canción especial es “Dear Patti”, en la que Remy rememora un concierto de Patti Smith al que no pudo asistir, rindiendo de paso homenaje, que es reiterado, a su influencia empoderante. Si “Bless This Mess” fue un disco repleto de ritmos funk, R&B y disco, en este nuevo trabajo la artista de Chicago afincada en Toronto se muestra algo más relajada y reflexiva, y no por ello menos optimista, aunque “Emptying The Jimador” –Jimador es la marca de tequila más vendida en México– sea un retrato de la vulnerabilidad de cualquier artista sobreexpuesta en un escenario, “Firefly On The 4th Of July” –con una nueva referencia a la maternidad, al igual que en el corte dedicado a la autora de “Horses” (1975)– refleje no sin sentido del humor los miedos de esa responsabilidad, la amenaza nuclear y las ambivalencias de la existencia en un contexto northern soul aderezado con algún detalle experimental muy bien traído, o en “Walking Song”, con el órgano Hammond –muy presente en el disco– protagonizando su final, confiese ser “más débil que fuerte”, algo que dudamos si es que se refiere a ella misma. Aunque predomina la música negra como certifica a las primeras de cambio “Like James Said”, pista donde cita a James Brown en su conocido “tienes que bailar hasta que te sientas mejor”, del clásico “Get Up Offa That Thing” (1976), “Scratch It” cierra con “No Fruit”, otra sorpresa estilística donde la norteamericana recupera a Ziggy Stardust y las Arañas de Marte. Rascando solo un poco podrán detectarse estas y otras influencias, pero sobre todo un paso adelante en el camino emprendido por Meghan Remy a la hora de expresar con vitalidad y atrevimiento su itinerario personal y artístico, aspectos que ella arrima parapetándose en cambio tras un alias anónimo que parece contribuir con eficacia a liberarla de toda etiqueta y previsibilidad. ∎