Álbum

Valerie June

The Moon And Stars: Prescriptions For DreamersFantasy-Universal, 2021

La reconversión de Valerie June se produjo en 2013, cuando fue producida por Dan Auerbach en “Pushin’ Against A Stone”, dejando atrás las maneras tradicionales de folk y blues para abrirse a una mayor gama de arreglos y matices sin perder el respeto a la esencia. “The Order Of Time” (2017) ya fue tan solo el paso lógico siguiente olfateando la consolidación definitiva.

O al menos algo así debería ser “The Moon And Stars: Prescriptions For Dreamers”. Sin embargo no se ha conformado con este rol que le tendría asignado cualquier plan de viabilidad empresarial. Los acontecimientos –llámense pandemia, llámense muerte de su padre– han propiciado un acto de superación con aires de libertad creativa. Recogiendo el testigo de la trilogía formada por “The Front Door”, “Astral Plane” y “Just In Time”, canciones de su disco anterior –la última de ellas producida por el malogrado Richard Swift–, y haciendo caso del título del álbum, Valerie abre las ventanas para que fluya esa brisa inspiradora que no renuncia a las estructuras clásicas. Una pieza como “Stay” se beneficia de arreglos enriquecidos –vientos, cuerdas, flauta–, pero, sobre todo, como el resto, de una producción de Jack Splash que aprovecha las nuevas posibilidades tecnológicas aprendidas con el hip hop para ensanchar espacios. Dos buenos ejemplos de efecto espectacular serían las resonancias vocales en las baladas de blues “Two Roads” y “Why The Bright Stars Glow”, de tuétano tan clásico como el de “Smile” o “Colors” –esta última es una versión modificada de la del primer álbum, “The Way Of The Weeping Willow” del 2006-, donde subyacen las enseñanzas de The Drifters, Sam Cooke y la bondad melódica de seis décadas atrás; de allí el guiño con la presencia de Carla Thomas para que asista a la interpretación sentida de “Call Me A Fool”.

Si además la brisa conlleva otros momentos importantes, como el ronroneo vocal en “You And I” con un repiqueteo alumbrando miles de luciérnagas en la noche, la perla húmeda de “Within You” o la espiritualidad estridente aunque paliativa de “Home Inside”, el balance no puede saldarse con una nota inferior al sobresaliente. ∎

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