Álbum

Vince Staples

Vince StaplesBlacksmith-Motown-Universal, 2021

Llevábamos sin noticias del rapero de North Long Beach (California) desde el single “Hell Bound (Ad 01)”, aparecido a finales de 2019, pero, por suerte, 2020 fue un año de creatividad desatada para Vince Staples: en entrevista reciente con la ‘NPR’, aseguraba haber hecho entre 180 y 200 canciones durante la crisis pandémica. Treinta de ellas, durante ocho noches del pasado diciembre, en compañía del productor Kenny Beats, quien ya se encargó de casi todo “FM!” (2018), su homenaje a los sonidos rap clásicos de Los Ángeles y reinvención de los mismos.

De la treintena de temas, solo diez han acabado en “Vince Staples”, que, como “FM!”, dura exactamente 22 minutos, pero que Staples considera su verdadero tercer elepé. Se parece a los precedentes (y a “FM!”) en lo cohesionado que es cuanto a sonido: el artista suele citar a David Bowie como una referencia a la hora de lanzar discos; le interesa crear álbumes que sean, cada uno, un mundo en sí mismo. Sin la energía rave maníaca de “Big Fish Theory” (2017) ni el ambiente falsamente festivo de “FM!”, este contiene la versión más taciturna, que no menos estimulante, de Staples hasta la fecha.

Samples filtradísimos y crudos beats de 808 mandan en colchones sonoros con los que, esta vez, el MC no entra en permanente tensión: lo más importante esta vez es la palabra; el nuevo grado de intimidad con que Staples nos relata sus experiencias en la vida pandillera, al parecer imposibles de borrar, de exorcizar. Ya en 2015 dedicó todo un doble álbum de debut (espléndido “Summertime ’06”) al verano que le robó la juventud. “No olvidaré la mierda que vi en mi pasado”, dice en la inicial “ARE YOU WITH THAT?”, construida sobre un infeccioso sample de “Anxiety” de Reske.

A pesar de lo vivido, Staples sigue viviendo en North Long Beach, aunque eso signifique vivir en la paranoia permanente. Si en el estribillo de “ARE YOU WITH THAT?” nos recomienda vigilar nuestras espaldas, en la nerviosa “SUNDOWN TOWN” reconoce no querer dar la mano en eventos “meet & greet” por lo que pueda pasar. Estamos ante el disco más confesional, directo y cercano de Staples, aquel en el que se muestra con menos velos de artificio. De ahí ese primerísimo plano en portada: muy “Face Value” (Phil Collins, 1981). De ahí que se titule, sin más, “Vince Staples”. Y de ahí que no haya cameos estelares a nivel de producción ni voces. Sí que hay algunas voces invitadas, ya sea su madre a través del buzón de voz o una deliciosa Foushée en esa “TAKE ME HOME” sobre relaciones difíciles con el amor y el hogar.

22 minutos de Staples después de año y medio saben a poco, muy poco, pero queda el consuelo de saber que en 2022 habrá otro álbum (“Ramona Broke My Heart”) y que antes podremos leer su novela gráfica “Limbo Beach”. Además, como buen artista de 2021, piensa extender sus brazos tanto hacia el streaming (prepara serie para Netflix) como hacia el mundo del pódcast (en alianza con Amazon). Y sabes que cualquiera de sus negocios será personal. ∎

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