Como dando total sentido a la palabra “grupo”, en los directos de
Warpaint siempre se las ha visto perfectamente compenetradas, en lo musical y en lo psíquico. Viene de lejos, y en la escena indie ahora mismo hay pocas bandas a su nivel. Acaso a sabiendas de su pericia, han buscado trasladar el espíritu y energía de sus conciertos al estudio. La jugada en
“Heads Up” les sale maestra.
Y es que esa confianza que se advertía en ellas desde que debutaron en España hace un lustro explota en un disco exuberante que picotea entre el rock gótico,
arty y experimental de su debut y lo mejor de su discutida continuación –dub, disco y un enfoque más accesible– para verterlo en un trabajo posgénero. Caben baladones lúgubres (
“Don’t Let Go”) y nuevas desviaciones a la new wave (
“The Stall”), al funk narcótico (en
“Dre”, su segundo homenaje a un coloso del rap tras “Biggy”) y al pop bailable de la irresistible
“New Song”.
Tiene especial mérito porque han superado una serie de circunstancias y contratiempos: una amenaza de separación tras la anterior gira y la lesión de Stella Mozgawa en el pie (aunque del trauma sacó una inesperada familiarización con las cajas de ritmos digitales). Ella es, precisamente, la indiscutible MVP del equipo angelino, reclamada por todo el mundo, desde Jamie xx hasta Kurt Vile. Todo esto para confirmarlas como el mejor grupo de chicas (que no
girl group) de la década. ∎