Álbum

Yaya Bey

Ten FoldBig Dada–[PIAS] Ibero América, 2024

“Ten Fold” es el quinto álbum de estudio de la neoyorquina Yaya Bey: un trabajo dedicado a la muerte de su padre y centrado en la irónica crítica social de la ciudad en la que vive. Con producción de Corey Fonville (de Butcher Brown) e interpretación de Karriem Riggins, Jay Daniel, Exactly y Boston Chery, el álbum se fundamenta en el ambient jazz de tradición afroamericana. Sin embargo, también trasciende este para brindar un trabajo variopinto en influencias: el groove atmosférico de “the evidence” se transforma en el motivo acelerado de “chrysantemus”, como si ambos temas fuesen dos caras de una moneda con un leitmotiv común. No es hasta “east coast mami” cuando encontramos un R&B más puro sobre una base que sirve al hip hop: de hecho, su nombre hace alusión al East Coast rap, originado en Nueva York en la década de los setenta y considerado el primer exponente del género. “so fantastic” prosigue esta línea, pero también se aventura en el dancehall minimalista. En “chasing the bus” hay algo de synthpop psicodélico, mientras que “all around los angeles” o “slow dancing in the kitchen” se acercan al funk luminoso en su versión más elegante. Ante todo, el nexo de unión es su gusto por la complejidad armónica casi líquida, el medio tiempo y, en general, la producción jazzera mestiza con el pop contemporáneo.

De 2022 es “Remember Your North Star”, un álbum biográfico centrado en las vivencias más claroscuristas de la neoyorquina. El año siguiente publicaría el EP “exodus the north star”, una breve segunda parte del trabajo anterior, en el que sus recuerdos se imbuían de vulnerabilidad y esperanza. Su inmediato “Ten Fold” mantiene la línea de sinceridad y reflexión de sus grabaciones más recientes, pero se acerca a la literalidad del activismo que incluía en su álbum debut, “The Many Alter-Egos Of Trill’eta Brown”, de 2016. Han pasado casi diez años, pero sus discos siguen siendo un cúmulo de todas las personalidades que conviven en su cabeza: ha trabajado como médico en protestas callejeras, es la fundadora de Sanaa o comisaria de arte en el Museo Afroamericano PG; pero también se ha enfrentado a la pérdida, ha vivido el amor y presenta un relato de quién es en relación con los espacios que habita (y aquellos que hace suyos).

Así, “Ten Fold” es el álbum donde pone en común su yo más íntimo con el sentimiento comunitario, en el que sus vínculos amorosos se entrelazan con su distópica visión de la realidad y su identidad se encuentra con la política social. “crying through my teeth”, canción con la que abre el disco, empieza situando el racismo económico en relación con su alma irónica (“Cuando estaba en bancarrota, era buena para contar chistes”) a la vez que divaga en torno al más allá. Otra forma de ver que lo personal es también político. No es la única vez que Bey satiriza sobre la situación política de su ciudad, y es que nos encontramos ante el trabajo más mordaz de la afincada en Brooklyn: “eric adams in the club” es un tema contra el alcalde de su ciudad en el que alza la voz contra la inflación y la crisis de vivienda, y no teme escribir el nombre y apellidos de su destinatario.

La misma “crying through my teeth” presenta la relación de la cantante con la muerte de su padre, Ayub Bey, de nombre artístico Grand Daddy I.U., al que rinde homenaje constantemente en otros temas como “so fantastic” (acreditado él como featuring) o “east coast mami”, en las que intercala audios del progenitor o lo samplea. De algún modo, ese sentimiento de pérdida ayuda a la cantante a ahondar en su propia identidad. En esa escritura automática en la que no se evita el oversharing (y quizá en relación con su genealogía de ascendencia artística) hay un miedo inherente al fracaso (sin que especifique qué es, para ella, fracasar): “Sé que el cielo es el límite, pero ¿no crees que lo estás empujando?” en el mismo tema de apertura, o “a veces siento que no lo lograré” en “the evidence”.

Todas esas vertientes del yo se conjugan en “sir princess bad bitch”, considerada núcleo del trabajo, en la que canta “no hay otra cosa más que lo que soy”. Tampoco hay menos, pues Bey presenta un prisma de mil caras en el que retrata la complejidad humana: en este caso, los calificativos de sir y princess hacen alusión a su no binarismo, pero este es tan solo uno de los vértices de su multiplicidad. A través del humor que suaviza la carga, Bey brinda un álbum en el que supera la sinceridad con la que siempre ha trabajado: en esta ocasión no expresa su verdad, sino multitud de ellas. ∎

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