Abanderado de la nueva ola del hip hop que a principios de los ochenta revolucionó el género a través del minimalismo instrumental y la lírica comprometida con el contexto, Run DMC detonó su primer sencillo el 12 de marzo de 1983 desde Hollis, en el distrito neoyorquino de Queens. En ese barrio de clase media habían crecido los raperos Joseph “Run” Simmons y Darryl “DMC” McDaniels, quienes, a través de las primeras estrofas de “It’s Like That”, elaboran un vívido fresco social marcado por el paro, las dificultades económicas y la ausencia de perspectivas. Son versos organizados de cuatro en cuatro, con una cadencia básica y mucho aire en el fraseo para que el fuego cruzado entre los dos maestros de ceremonia llegue alto y claro a quien escucha.
Tanto Run como DMC –su vecino Jason “Jam Master Jay” Mizell (1965-2002), el DJ del grupo, no participó en la creación de esta canción– tenían 19 años en el momento de la publicación del single, avanzadilla del álbum homónimo que publicarían en 1984 y que no tardaría en convertirse en el primer disco de oro del hip hop, superando el medio millón de copias despachadas a finales de ese año. Los dos se mantenían al margen de cualquier dialéctica pandillera y cursaron estudios universitarios. De hecho, aquel primer largo se lo dedicaron a DJ June Bug, residente en el club Disco Fever, en el Bronx, que movía drogas y falleció en circunstancias nunca aclaradas. En entrevistas de la época, Run DMC dejan claro que quieren transmitir su mensaje a los chavales para que hagan las cosas bien. Y para que bailen, porque otra de las características de “It’s Like That” es su rítmica esquemática aunque infecciosa.
Así, abogando por la educación como camino a la realización personal y la autoestima, Run DMC se ponen el alzacuellos –otro de los motes de Simmons es “Reverendo Run”, de hecho ha ejercido como tal– para lanzar su prédica en la segunda parte de la canción, en estrofas como “deberías haber ido a la escuela / podrías haber aprendido un oficio / pero te tiraste en la cama de los vagabundos / y ahora te pasas el día lloriqueando porque no te pagan bien / Es así, y es lo que hay”.
Construida con una caja de ritmos Oberheim por el productor Larry Smith –bajista y coescritor de “The Breaks” (1980), de Kurtis Blow, la primera canción rap de la historia en conseguir certificación dorada–, “It’s Like That” propuso una nueva plantilla para el hip hop en la que los beats esqueléticos –sin bajo ni arreglos provenientes de otras fuentes sonoras– y las rimas vehementes eran los únicos elementos en la mezcla. Cambió el juego, y sigue sonando refrescante 41 años después. ∎