Shakira feat. Cardi B

El nuevo álbum de Shakira, “Las mujeres ya no lloran” (2024), no necesita presentación. Tanto es así que su primer tema, “Puntería”, invierte la métrica tradicional para comenzar con el estribillo, dándonos la sensación de que la cantante ya no tiene más tiempo que perder.

Tras experimentar un divorcio que la expuso al escrutinio mediático, la artista no solo dio la vuelta a la situación a su favor ganando unos cuantos millones, sino que decidió que su versión de los hechos se escribiría junto a amigos. La rapera Cardi B se suma al equipo de colaboradores que forman este trabajo, quizá el más comercial y personal de la colombiana desde “Servicio de lavandería” (2001).

En esta nueva etapa, composiciones como “Puntería” llegan llenas de frescor para reforzar el deseo de abrir espacio a algo más directo y, por qué no, radiofónico, además de asumir una postura que en muchas ocasiones coquetea con lo ingenuo. El nuevo sencillo refleja dicho sentimiento al presentarla, por primera vez, cantando sin rodeos sobre sexo y logrando un renacimiento del deseo mismo.

Ahora, sorteando el drama y las lágrimas, Shakira establece que la narrativa es, en realidad, una tragedia de la que trató de salir mientras bailaba a ritmo de electro pop y, por supuesto, rodeada de posibilidades. Esta conciencia de los deseos –expresada también en un vídeo musical en el que, dominante, dispara a corazones de centauros– tiene eco en otros momentos del álbum, como “Cohete”, su segunda colaboración con Rauw Alejandro tras “Te felicito” y que ha destacado en los charts españoles. Son, de hecho, momentos menos estruendosos y filosóficos que “(Entre paréntesis)”, a medias con los mexicanos Grupo Frontera, o quizá incluso impersonales si los comparamos con la balada “Última”, un conclusivo y solitario suspiro de honestidad.

Su venganza, o la manera que eligió para hacer justicia, es que sonará por todas partes. Con esta pista, Shakira por fin aprovecha la oportunidad de redescubrirse a sí misma y reconoce todos los amores que, efectivamente, pueden ser suyos. ∎