Canción del día

Natalia Lafourcade

Cancionera2025
Cancionísima. Foto: Carlos Manuel
Cancionísima. Foto: Carlos Manuel

Como una ensoñación, así comienza la nueva canción de Natalia Lafourcade. Una flauta rompe el silencio para adentrarnos en un universo sonoro de reposo y melancolía, una pieza que suena al mismo tiempo íntima y universal y transporta al oyente a un espacio de nostalgia. La producción, a cargo de Adan Jodorowsky, apuesta por la belleza de un modo decidido, creando una atmósfera atemporal y rica en matices, con la voz de Lafourcade en primer plano.

Como en la “Cancionera” de hace cien años, la obra de teatro de los hermanos Álvarez Quintero que se estrenó en el teatro Lara de Madrid en 1924, la canción de Lafourcade es en esencia una declaración de amor hacia el arte y hacia quienes lo practican con pasión y dedicación. La artista mexicana logra crear una canción íntima y personal, como si estuviera cantando directamente al oyente. Su voz, suave y cálida, fluye con una naturalidad que hace que cada palabra resuene con autenticidad. No hay exageraciones ni artificios; todo parece surgir de un lugar genuino y sincero.

La canción tiene atributos de clásico, ahondando en la deriva que la artista comenzó a partir de “Musas”, su disco de 2017 en el que mostró de una manera más nítida su filiación al folclore latinoamericano renunciando a su lado más directamente pop. Desde entonces, su discurso tiene un aire de grandeza que aquí cristaliza otra vez. Esto, junto con su inspiración en forma de bolero, le da a la canción el carácter de puente entre generaciones, mostrando que la música tradicional puede ser tan relevante hoy como lo fue en el pasado.

“Cancionera” destaca por su honestidad y su capacidad para conectar con el oyente en un nivel emocional profundo. Es una canción que celebra la música no solo como un arte, sino como una forma de vida, y en ese sentido es un testimonio del talento y la sensibilidad de la cantante. En un mundo donde la música a menudo se consume de manera rápida y superficial, la nueva obra de la mexicana nos recuerda el poder transformador de las canciones y la importancia de quienes las crean y las interpretan, y reafirma a Lafourcade como una de las artistas más importantes de su generación. ∎

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