“Drop Dead Gorgeous” es el regreso de Princess Nokia después de su doble single “Apple Pie” / “Wide Brim Hat”, de noviembre del año pasado. Recientemente, ha publicado colaboraciones junto a Show Me The Body y Divine Earth, pero este es el primero del año en que la neoyorquina es la protagonista. “Drop Dead Gorgeous” es una oda al verano bien traída, ahora que la época estival deja de tener dueño. Si el verano de 2024 estuvo dominando por el color verde fosforito y el álbum con que Charli XCX dio el pistoletazo de salida al brat summer, en 2025 no está tan claro. La misma británica instaba en sus conciertos a celebrar el verano de otros artistas: Rosalía (no lo creo, pues continúan los rumores de que está regrabando todo el trabajo), Addison Rae (no tan viral como cabría esperar) o Lorde (demasiado lento, quizá, para la época más festiva del año). Mientras tanto, Princess Nokia toma la delantera con una canción que recuerda a los orígenes de ese cyborg-pop que acuñó Grimes en “Visions” (2012): un vaporwave mucho más agresivo que sucumbe a la era del pop con fecha de caducidad temprana.
Sobre esa base de art pop (que, por supuesto, recuerda mucho a la supremacía de XCX del año pasado), Destiny Nicole rapea tratando de modernizar la escena hip hop de su ciudad natal. Así, narra su tipo de verano no necesariamente ideal, pero sí de los que se recuerdan como un “evento canónico”: canta sobre “fumarse un cigarro detrás del Walmart” en una “noche cerrada, parking vacío, camioneta Ford”, o también de “follar con un tipo en su barco, solo por diversión”. Habla también del tipo de verano en el que “te haces con un arma” (cosas de Estados Unidos, supongo), ya que, en realidad, “Drop Dead Gorgeous” (Michael Patrick Jann, 1999) es una película de serie B sobre una serie de asesinatos cometidos entre las misses de un concurso de belleza.
El videoclip que acompaña el tema funciona como una extensión visual del universo que propone: una pijamada no mixta, un lavado de coches a cámara lenta, una coreografía de pole exotic... Todo hilado en ese espacio ambiguo entre la estética adolescente de una comedia de instituto y la fantasía de una rapera queer que se aburre en verano. Y en ese vaivén entre el hip hop chulesco y la utopía digital, “Drop Dead Gorgeous” explora los pliegues de su identidad con la misma sátira camp de la película a la que homenajea. ∎