BLACKPINK publicó el pasado viernes “JUMP”, su primer cartucho sonoro desde agosto de 2023. Un período ausente en que las cuatro componentes de la banda surcoreana –Jisoo, Jennie, Rosé y Lisa– han trabajado en sus respectivas carreras en solitario. Ahora, la maquinaria grupal se ha vuelto a encender para reforzar la inercia de la gira internacional que arrancaron hace diez días en su país natal y que recalará el 9 de agosto en Barcelona. El lanzamiento viene además acompañado por un vistoso trabajo del director californiano Dave Meyers.
Frenético trampolín visual que arranca con una cámara dron sorteando rascacielos mientras introduce a las cuatro componentes, y al director del clip, a través de grandes marquesinas en lo alto de edificios de una urbe asiática. Un recorrido en CGI que termina con la irrupción de las cuatro cantantes k-pop en lo alto de una azotea con alboroto a pie de calle, donde se amontonan fans enloquecidos dispuestos en coreografías atropelladas. De nuevo, Meyers recurre al croma y a perplejos efectos visuales para dar rienda a esta interacción de las chicas como una suerte de superheroínas alrededor de un público urbano volcado con ellas. Coreografías de cierto acercamiento cómico –como esos headbangers– y viñetas visuales absurdas, que se alejan del prototipo del género musical que se representa.
Hay señalizaciones de monster movie en la escenografía planteada, pero el k-pop parece más acomodado en la estética anime, los videojuegos y un futurismo invocado por texturas metálicas y esos escenarios de rave urbana que remiten a juegos musicales y de lucha. Es esa parcela la que más parece nutrir el dispositivo visual planteado aquí por el realizador estadounidense. Juegos como “Mirror’s Edge” –plataformas parkour desde las alturas– y “Space Channel” e incluso las películas hiperbólicas de Stephen Chow o Los Daniels parecen marcar la estética y el ritmo de esta acelerada e hipervitaminada obra. ∎