FKA twigs es de las que cuidan con sumo recelo todas las aristas de su faceta artística. Quizá así se entienda el tiempo transcurrido desde su último LP, “MAGDALENE” (2019). Pese al largo intervalo, se ha mantenido activa (probando también suerte como actriz) y queda claro que sin ninguna intención de descolgarse del pelotón de divas del pop andrógino. En los últimos días ha ido calentando la recepción de nuevo material. Su título es “Eusexua” y, mientras las redes debaten y algunos probablemente se apropien de la nueva etiqueta, la de Cheltenham ya ha implantado la semilla de expectación para este nuevo retoño cuyo lanzamiento está fijado para el 24 de enero del próximo curso. Con esa intención publicó el viernes pasado un single homónimo coproducido junto a Koreless y Eartheater –quien también aporta voces– y un videoclip que no rebaja el entusiasmo, sino justo lo contrario...
Dirigido por Jordan Hemingway, fotógrafo y realizador estadounidense y actual pareja de la cantante, el clip se divide en dos bloques. En el primero se asiste a una oficina que exalta lo grisáceo. Ahí llega tarde FKA twigs, quien es recriminada por un desagradable jefe mientras sus compañeros siguen alienados en sus respectivos puestos de trabajo. Sin embargo, una oportuna llamada voltea el rígido escenario. Es entonces cuando empieza una coreografía fantástica en todas las acepciones del adjetivo. Al principio sin desprenderse de sus grises atuendos laborales, finalmente la propia FKA twigs, en otro golpe de efecto, va adquiriendo una imagen más rompedora y no indexable. La acompañan los mismos bailarines, ahora en paños menores. En esa primera parte parece fluir la paleta cromática de Chris Cunnigham con la acidez caricaturesca de algunos trabajos de Sam Pilling (los que hizo para DJ Shadow) y el pulso kafkiano del “ANIMA” de Paul Thomas Anderson para el músico Thom Yorke.
En un separador propio de película de terror vemos a la artista, ya totalmente mutada, agarrada al techo de la oficina. A través de una elegante transición, se entra en un segundo bloque que abraza sin remisión la peculiaridad fantástica. De nuevo es la británica quien acapara el centro de la imagen, pero la secundan bailarines en otra coreografía propia de danza contemporánea. Estos parecen los esclavos-soldado de Inmortan Joe en las dos últimas entregas de la saga “Mad Max” y acompañan una versión de FKA twigs que congenia con el imaginario de Björk. El clip se despide con la intersección de los dos mundos, la fantasía fundida con la realidad de la oficina.
Difícil mejorar la nueva carta de presentación de una artista que quiere seguir ensimismando al personal con sus gestos creativos. ∎