No sé si David Lynch (1946-2025) podría haber imaginado este escenario en alguna de sus pesadillas. Lo recuerdo porque nuestra actualidad mezcla cierta resaca tras su muerte hace solo cuatro días con el hecho de que nos desayunamos esta mañana con Donald Trump a punto de escenificar su toma de poder, rodeado de una élite de hombres de confianza en la que figuran Elon Musk, Sylvester Stallone, Mel Gibson y Jon Voight, entre otros. Y con Village People subiendo ayer al escenario para darle al “YMCA” como guinda a su mitin previo. Vivir para ver. Y casi no creer.
Personalmente, prefiero quedarme con el alegrón que un canadiense –país bajo la amenaza trumpista, ojo– le propinó anoche a unos cuantos miles de personas en un pabellón deportivo de mi ciudad: Bryan Adams dando un concierto más que competente en Valencia, de esos ante los que has de quitarte el sombrero aunque no comulgues demasiado con el repertorio del artista. Entretenidísimo heartland rock para las masas. Y con recaudación íntegra para los perjudicados por la dana. Tal y como está el patio, más que bien. En junio vuelve a nuestro país para actuar en Alicante (4), Pamplona (6) el festival Músicos en la Naturaleza de Hoyos del Espino (7), Mérida (8), Málaga (10) y el festival O Son do Camiño de Santiago de Compostela (12).