RM

El compositor, rapero y productor Kim Nam-joon es a sus 29 años una importante figura dentro de la escena musical surcoreana, tanto en solitario con su alias RM (anteriormente Rap Monster) como al frente de la boy band BTS. Es sin embargo en su faceta individual, con la ayuda del realizador Aube Perrie y del director creativo San Yawn, donde nos brinda este videoclip de seguimiento perplejo.

El mundo del vídeo musical sigue aferrado a la creatividad refrescante y a la imaginativa sin corsé para impedir la opa hostil de la Inteligencia Artificial. Lo demuestra esta pieza, que arranca con un plano –entre Wes Anderson y la todavía reciente “Late Night With The Devil” (Cameron Cairnes y Colin Cairnes, 2023)– con dos presentadores de un bizarro late night introduciendo la actuación del artista. En el momento que la canción echa a rodar es cuando el clip se desliza hacia rincones fantásticos e inesperados, mediante un cambio de escenario que lo desplaza hacia una especie de laberinto con apariencia de oficinas. La silueta del cantante se funde en otra realidad de perspectiva isométrica, como si el videojuego “Theme Hospital” (Bullfrog Productions, 1997) se fundiera con “Separación” (Dan Erickson, 2022-). Un recorrido por diferentes ambientes laborales definidos por un tono humorístico, las situaciones desconcertantes que se desarrollan, las físicas ladeadas y la arquitectura irregular que las encuadran. Diminutos escenarios, como si hubieran sido cortados de una maqueta mayor, bañados por la estética y las perspectivas visuales de los videojuegos –de géneros como point and click, aventuras gráficas, simulación o plataformas–, pero también por el cine asiático –“Old Boy” (Park Chan-wook, 2003) y el j-horror– o el mentado Wes Anderson en su obsesión por los detalles pasmosos.

El recorrido por la psique laberíntica del músico termina una vez este es capaz de salir de ese ambiente a través de un conducto de aire, que lo lleva hasta una superficie que no es otra que el plató de comienzo, estableciendo así un avance circular para el extraño relato. También los títulos de crédito finales denotan un inspirado cuidado por los detalles y esos microuniversos alucinantes que aborda el artista Tatsuya Tanaka, cuya sombra parece interferir en el fabuloso diseño visual y artístico de la obra. ∎