Travis Scott ft. Playboi Carti

El vídeo musical lleva décadas siendo la avanzadilla para las técnicas más denodadas del audiovisual. Una condición como campo de pruebas que ni la IA parece que vaya a poder aplacar. Así lo refleja este trabajo de Gabriel Moses para el rapero Travis Scott con featuring de Playboi Carti que, pese a no inventar nada nuevo, consigue anular durante unos minutos la dispersión mental del frenético presente.

También frenética resulta su endiablada concepción visual. El propio Scott –junto a otros personajes: un tipo siniestro con una escopeta, una stripper, una anciana que parece salir de una misa dominical, otra mujer en ropa interior, un chaval, una clase de monjes budistas espaciales– se sitúa en el centro de una plataforma de rotación circular. Bajo una tenue luz cenital que solo ilumina la parte superior de sus cuerpos se desarrolla una coreografía de una fisicidad subyugante.

Todo su avance se plantea bajo una dinámica de peonza que aconseja la ingestión previa de biodramina. Pero entre este acelerado carrusel de reflejos sombríos sobresalen momentos a retener. Como ese trávelin circular dentro de un coche, los movimientos yoyó de unas colegialas orientales y especialmente esos momentos del tramo final en que se proyectan imágenes fascinantes bajo una modulación óptica propia del zoótropo. Generando así ilusiones hipnóticas mediante la aceleración, superposición y desdoblamiento de figuras o, sin rebajar la pulsión magnética, entrelazando, como si se tratase de un morphing analógico, los diversos cuerpos presentados a lo largo del clip.

Moses consigue, exprimiendo la técnica al alcance y usándola con sobrada imaginación, un videoclip de los que dejan atónito. ∎