En la línea de lanzamientos recientes, coinciden dos videoclips que comparten la generación de angustia en quien observa y un planteamiento escénico parejo, con mínimos elementos en juego.
Por un lado, la cruda pieza realizada por James Alexandrou –es su primer trabajo en siete años y el segundo que ejecuta en solitario tras formar parte del dúo SCRATCH– para “Charley Boy”, una canción lanzada por el rapero Truman, nuevo proyecto musical del también actor Charley Palmer Rothwell. Obra de alta visceralidad que presenta lo que podría pasar como un descarte de “Promesas del Este”, el aturdidor descenso a los bajos fondos londinenses que brindó David Cronenberg en un lejano 2007. Sin posibilidad de acomodo, se asiste a esta tensa brega entre dos cuerpos que se debaten a muerte en el interior de una bañera localizada en un baño mohoso e infecto. Por un lado, la cámara, que se mueve en un solo eje vertical a lo largo de un plano secuencia, captura la congoja de esa supuesta víctima –interpretada por el propio músico– sumergida bajo el agua. Encima de este, y casi siempre en escorzo, un hombre corpulento que lo intenta ahogar bajo ese plástico que intensifica la sensación de asfixia. Sin embargo, el desesperado forcejeo no impide al hombre sumergido procurar el lip-sync de la canción y darle así un aire enrarecido a la feroz disputa física. Finalmente, la narración se resuelve con un inesperado giro final.