Aprendiendo y viviendo la música

Bajo este nombre se encuentra el trabajo de la marca de denim con el que buscan empoderar a jóvenes en riesgo de exclusión social a través de proyectos formativos musicales. En España alcanza ya su tercera edición, tras contar en el pasado con nombres como Rosalía o Alizzz. La dinámica de esta iniciativa es tan ambiciosa como sencilla: ofrecer a los alumnos y alumnas formación teórica y práctica a través de talleres y sesiones formativas, acompañándolos en el proceso de crear sus propias composiciones, que posteriormente presentarán en vivo.

En esta tercera iteración, Levi’s® ha contado con Asociación Garaje para ponerlo en marcha, y seguir apostando así por la educación musical de las próximas generaciones. Asociación Garaje persigue la transformación social a través de la educación y la música como motores de cambio. Un total de 15 estudiantes de Tardes de Garaje (la asociación conecta a jóvenes con profesionales de la pedagogía y el arte) forman parte del Music Project de este año.

El Levi’s® Music Project se une a otras iniciativas de la marca, mediante las cuales está apostando activamente por ser voz y actor destacado del cambio necesario en la sociedad a través de sus diversos ejes de relación con el planeta. Por ejemplo, recientemente presentó su nueva campaña ‘Buy Better, Wear Longer, con la que aspira a reducir la huella medioambiental de su actividad y para la que ha contado con nombres también relacionados con la música como Jaden Smith.

Con el Music Studio de la flagship de Preciados como escenario, la primera masterclass de este viaje que será el Levi’s® Music Project 2021 arrancó con dos de los nombres que han transformado y configurado, tirando de plan maestro, la industria mainstream española: Alizzz y Kigo.

Alizzz, que ya fuera embajador de la anterior edición del proyecto en Barcelona, ha sido el encargado de celebrar la primera clase con los alumnos. En ella, compartió una visión personal y profesional sobre su carrera y sobre su trabajo (analizando con los estudiantes alguno de sus temas más conocidos). Kigo, fundador de la agencia de representación Sangre (que cuenta con artistas como C. Tangana o Chicoblanco), ofreció por su parte el punto de vista de la industria y de cómo aprovechar las oportunidades para poder tener un futuro en el panorama musical.

Tanto músico como mánager coincidieron en trasladar a estos jóvenes la importancia de enfocar su carrera musical como algo que les aporte, sin descuidar el aspecto formativo o su desarrollo personal. Así, Alizzz les explicó cómo él “desde que sabía tocar un acorde con la guitarra” siempre lo compaginó con otras cosas: “He estudiado en la universidad, he trabajado como programador (...) hasta que me dediqué 100 % a ello”. Kigo, por su parte, los animó a que “si os apetece producir, escribir, cantar… hacedlo, pero sin la presión de tener que vivir de ello. Hacedlo porque os sale de dentro, y ya veréis a dónde os lleva”.

Aunque variadas, las reacciones de los quince asistentes escenifican el valor que estas clases magistrales aportan a los jóvenes en esa etapa de la vida de transición hacia la adultez. Por ejemplo, Naim Sabaouni, alias Dast, explicaba que “siempre había estado interesado en el mundo de la música, pero que no sabía cómo programar bien una base”. Gorka Elizalde hizo hincapié en la oportunidad que representa disponer de “unos medios que nunca habíamos contado”. Yesenia Díaz resumía el sentir general de lo que este proyecto les aporta, al explicar cómo el Levi’s® Music Project “nos va a servir de mucho en el futuro”. 

El hecho de que el Levi’s® Music Project llegue a Madrid en esta ocasión tampoco es casual. Allí es donde se encuentra la flagship de Preciados que alberga el Music Studio en el que se articula esta acción. Pero, además, como toda gran ciudad, Madrid es tanto un hervidero de explosión musical como un punto de encuentro y una urbe que acoge a todos, sin preguntar su nombre o su alias. Como hace Barcelona, como hace Berlín o como hace Londres.

Así, parte de la sesión con Alizzz y Kigo también tuvo lugar en las calles del centro, donde los participantes pudieron conocer algunos locales y spots emblemáticos y míticos para establecer una composición de collage de la industria de la música en vivo y en directo, más allá del estudio.

Los quince de la Asociación Garaje disfrutaron de una aventura de diggin’ musical en Marilians, que –entre otras– cuenta con una tienda física con una cuidada selección de música en vinilo. Este espacio dio pie a la reflexión de Kigo, que les explicó que, hace años, “yo vivía en el País Vasco y venía a Madrid buscando los discos que allí no podía encontrar”. El siguiente paso en la ruta madrileñomusical fue conocer una sala mítica de conciertos por dentro, como es Siroco. En pie desde finales de los 80, Alizzz detalló cómo este espacio fue “donde tuve la primera oportunidad de pinchar en Madrid”. 

Con esto se cierra la primera jornada del Levi’s® Music Project 2021, que continuará a lo largo de los próximos meses con más clases lideradas por nombres destacados de la industria musical española. ∎

Cristian Quirante es una de las figuras responsables de la redefinición de la música popular vivida en 2020 y lo que llevamos de 2021. DJ, productor o cantante (etiquételo el lector como prefiera), Alizzz cuenta con una de las trayectorias más interesantes del panorama actual, habiendo publicado referencias a través de sellos míticos de la música española como Arkestra o, a nivel internacional, como Mad Decent. Alizzz ha tocado todos los palos. Y ese bagaje se nota en su participación en el Levi’s® Music Project. Charlamos con el catalán tras la clase que impartió en esta iniciativa que busca acompañar a jóvenes en riesgo de exclusión social en su desarrollo musical, pero sobre todo personal.

Alizzz, ¿cuál es tu valoración general sobre el Levi’s® Music Project?

En general me lo pienso bastante a la hora de meterme en iniciativas relacionadas con marcas, ya que me gusta que tengan algo que ver conmigo y con mi proyecto. El Levi’s® Music Project precisamente cuadra con esta visión, ya que trata de dar una oportunidad a chavales que tendrían problemas para acceder a esta clase de oportunidades. Además, me siento cómodo en el papel de profe. Antes de esto, ya había hecho masterclasses, otras acciones similares en el campo social y ya había participado en el Levi’s® Music Project, así que me gusta este rol.

Y ya que mencionas las ediciones anteriores, ¿has notado diferencias este año tan raro y tan de “nueva normalidad”?

La verdad es que no noté ninguna diferencia, lo vivido durante esta edición me ha recordado mucho a la edición anterior, especialmente respecto a las ganas.

¿Y cómo afronta uno este proyecto desde el punto de vista de formar talentos musicales?

Mi participación este año, como en anteriores ediciones, la enfoqué no tanto buscando la próxima figura, sino como un proyecto de formación. El Levi’s® Music Project y la Asociación Garaje son un sitio increíble para hacer algo de provecho en el tiempo de ocio. Me parece muy guay que haya un tejido cultural donde los chavales se puedan expresar.

Algo que se repite recurrentemente tanto en el Levi’s® Music Project (nuevos talentos) como cuando se habla sobre ti (nuevo pop, por ejemplo) es el concepto de nuevo. Pero ¿qué representa para Alizzz lo nuevo?

Me gusta que se me relacione con lo que vendrá, con el futuro, y eso es lo que me sugiere el concepto de nuevo. Algo muy relacionado con la vanguardia. Aunque yo tengo la sensación de que al principio de mi carrera, por ejemplo, cuando estaba en Arkestra (NdA: Arkestra Discos, discográfica gallega en la que Alizzz publicó el EP “Whoa!” en 2013), ya hacía cosas que quizá eran muy futuristas, con demasiada antelación. Calibrar el tema temporal se me ha ido dando mejor con el tiempo. Es muy bueno estar un paso por delante, pero quizá estar diez pasos por delante no lo es tanto. Es importante también calcular cómo de delante quieres estar a la hora de crear o hacer música o arte.

Hablando de ir por delante, ¿cómo crees que será el nuevo panorama musical?

Tengo la sensación de que hay un bloqueo en la corriente principal, en el mainstream. Lo que sonaba fresco hace un par de años o dos ya no suena tan fresco. Sigue teniendo mucha repercusión, pero se nota que el público está abierto a cualquier cosa nueva, aunque sean pequeños cambios en las tendencias. No tengo ni idea de lo que va a pasar en los próximos años, pero sí que cualquier propuesta que dé con la clave con el sonido nuevo y estéticas interesantes va a tener muchas posibilidades de tener éxito, más que si se replica lo que ya se viene haciendo.

Y ya que hablas de la estética, ¿qué papel crees que juega la estética en la música?

En el arte todo es estética, y en la música también. Es un término genérico que se aplica en casi todos los aspectos del proceso de la creación. En el sentido de imagen, y lo que está fuera de la música, tienes que decidir si juegas o no juegas. Y creo que en el pop es interesante jugar para poder transmitir todo lo que quieres transmitir con una canción. Ser capaz de llevarlo al resto de dimensiones que tiene la música, ya sea el videoclip, las fotos o incluso el discurso con el que comunicas tus proyectos. Y a mí me gusta jugar a eso. Es una cosa a la que no estaba tan acostumbrado, pero a la que ahora le dedico tiempo y cariño, igual que se lo dedico a otras facetas.

¿Crees que eso que comentas tiene que ver con tu experiencia al frente de WHOA MUSIC?

Sobre todo viene desde el momento que decidí publicar mis canciones como solista y vi que la música se quedaba corta para transmitir lo que quería. Siempre me ha interesado, pero hay un cambio muy grande desde el momento en el que te pones delante de los focos. Con el sello me sucedió un poco lo mismo, pero lo veo más relacionado con el business que con el arte, por llamarlo de algún modo.

¿Y te gusta más el business o el arte?

Hay que tener un pie en cada lado. A mí el corazón siempre me tira hacia el arte, pero creo que también hay que tener claro cuáles son las cosas importantes del business, y saber jugar con ellas.

Uno de los temas que más se trata en el Levi’s® Music Project es la creatividad. Y eso es algo que está muy presente en lo que haces, incluso como una herramienta mercantil. ¿Qué papel juega para Alizzz la creatividad?

La creatividad está ahí para utilizarla en todos los aspectos relacionados con lo que haces. Es más excitante y agradable hacer algo que nunca había hecho nadie, y que está relacionado con tu proyecto y con tu manera de ver las cosas, que hacerlo de una manera normativa y como una cadena de montaje. Eso es como yo entiendo la creatividad. Lo que sucede es que en la publicidad se aplica mucho la creatividad a la hora de intentar vender y al final se puede interpretar que lo que estamos haciendo es marketing, como lo haría cualquier otra marca. No sé la barrera que diferencia lo que es marketing de lo que es creatividad; es una barrera difusa y cada uno la pone donde quiere.

Una de las partes más importante dentro del proyecto de Levi’s® es la presentación en vivo. De hecho, te llevaste a los alumnos del programa a la sala Siroco, donde pinchaste tus primeras veces en Madrid. El mundo de la noche ha sido imprescindible para hacer avanzar la creación musical, pero ¿cómo ves el futuro de la vida nocturna?

Soy bastante reticente a pensar que vamos a redefinir las relaciones humanas en el contexto de la fiesta. Creo que tienen que ser precisamente humanas, con contacto, sin horario y dando libertad a lo que cada uno quiera hacer. Espero que podamos seguir haciéndolo; no sé si podremos, pero confío en que sí.

¿Cómo te ha influido la tradición del sonido electrónico español?

Para mí la producción viene al 100% de la electrónica. Yo, como productor, vengo de ahí y mis primeros años produciendo fueron haciendo música instrumental-electrónica de baile. Siempre me ha gustado la música up-tempo, e incluso, a principios de mi carrera, agresiva. Mi primera relación con la música electrónica es a través de los festivales, con electroclash, electro… Luego me pasé bastante tiempo en las raves, tanto pinchando como escuchando hardcore, speedcore o drum’n’bass. Cuando me tomé la producción musical más en serio fue cuando empecé a hacer cosas similares al post-dubstep. Me gustaba cuando se mezclaba el dubstep con el R&B o el rap. Y ahí fue como me metí en la producción de rap y R&B, que ha sido lo que me ha llevado a hacer música pop, con muchas influencias, pero música pop.

Antes hablábamos de Arkestra. Has formado parte de sellos míticos más indies, como Arkestra, de grandes multis. ¿Qué te llevas de cada uno?

La verdad es que llevo tanto tiempo haciendo cosas y a través de experiencias tan diferentes que no sabría decirte. No hay una misma horma para todos; cada proyecto debe encontrar su manera de llevarse a cabo. Al final se trata de una decisión de si quieres publicar independiente, con una distribuidora, con una multi… Creo que es necesario entender cómo funciona el mundo y tomar una decisión informada, que es lo que le pasa a los artistas más noveles, o incluso como nos pasó a nosotros.

Para acabar, hemos elegido algunas etiquetas que son las que más se repiten cuando hablan de Alizzz. La primera es “productor”. ¿Te identificas con ella o no?

Claro, yo soy productor de nacimiento y valoro la profesión, el trabajo y el arte del productor. Es algo que siempre he intentando defender y explicar.

La siguiente sería “cantante”.

Sí, canto. No he estudiado cómo cantar, pero he aprendido con el tiempo a interpretar y transmitir con la voz lo que dicen las letras y la música.

Una que resulta muy llamativa: “sin cara”.

Nunca me he prodigado demasiado, pero he hecho muchas entrevistas, he dado la cara antes de tener mi carrera como solista... pero es cierto que como productor no tienes una relevancia popular tan grande como para que la gran masa considere que eres una cara visible.

Otra que se repite mucho cuando hablan de ti: “cerebro”.

Creo que no se trata tanto de mi capacidad como de maquinar o hilar cosas, como que se me da bien crear canciones, y hacer buenas canciones, y relacionarme con la gente que tiene talento. Si a eso le quieres llamar cerebro, pues sí. ∎