Libro

Emilie Pine

Ruth y PenRandom House, 2023

Después de los evocadores, autobiográficos y reveladores ensayo-relatos de “Todo lo que no puedo decir” (2019), la irlandesa Emilie Pine debuta en la novela con la vibrante “Ruth y Pen” (“Ruth & Pen”, 2022; Random House, 2023; traducción de Laura Salas Rodríguez), un interesante y conmovedor juego de espejos entre una joven de 16 años autista en busca de amor y una mujer terapeuta de 43 que está en el filo de perderlo. Con simplicidad, contención emocional y un gran dominio narrativo, Pine nos muestra con lentes de aumento dos personajes sin nada especial, pero memorables en sí mismos precisamente por ello.

Ruth, alter ego de Pine, es una terapeuta que ve impotente cómo su matrimonio parece destinado al fracaso por el resentimiento y la incomunicación. Mientras ella se sienta en su consulta ayudando a los demás a lidiar con su avasallamiento emocional, se pregunta cómo es incapaz de ayudarse a sí misma, tras el desgaste continuado de no poder tener hijos. Por su parte, Pen es una adolescente diagnosticada como autista que solo pretende ser una joven normal y que intenta encontrar el coraje para decirle a su mejor amiga lo que realmente siente por ella. Pine huye de los tópicos y lugares comunes para definir a estas dos personas concretas no como arquetipos, sino como individualidades.

Estas mujeres iniciarán una especie de baile invisible entre las dos en un brillante juego de espejos que dará mayor vitalidad y profundidad a cada una. Y todo en un solo día. Como si de un entomólogo se tratara, Pine se dedica a documentar hora a hora, minuto a minuto, los movimientos, los pensamientos, los deseos, las decepciones, las sorpresas y las angustias de estas dos mujeres, en una épica deambulación por las calles de Dublín como si de Stephen Dedalus y Leopold Bloom se tratara.

La capital irlandesa y sus gentes son el tercer personaje de este viaje al centro del corazón de las mujeres y, por extensión, de los hombres del siglo XXI. Menos violento, arrabalero, expresionista y simbólico que el Dublín de Joyce, la ciudad es aquí un cálido y sensible decorado utilizado como un palacio popular para acoger este gran baile contemporáneo que es la vida de Ruth y Pen.

Porque lo que parece dejar claro Pine es que nadie puede entenderse a sí mismo aislado de los demás. No existe esa esencia pura de la que todos nacemos y que nos define de antemano delante del resto, sino que nuestra identidad es un conjunto de causalidades formadas por nuestra interacción con los demás. Con nuestros padres, nuestros amigos, nuestros amantes, incluso con las personas que nos topamos en la calle. Solo somos en relación y solo en ese juego con el resto de vidas cogemos sentido y valor.

Esta idea mueve el relato y lo exalta cuando habla de amor, de sus fulgores y sus tinieblas. Porque si solo somos quienes somos en relación, no es extraño que busquemos definirnos a partir de la sublimación de estas relaciones, o sea, a partir de nuestras historias de amor. Eso lo intuyen tanto Ruth como Pen. El libro es una obra romántica sin ápice de romanticismo, es decir, sin parafernalias, sin aspavientos, sin tontos clichés y conmueve y sorprende a partes iguales por este motivo. ∎

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