Hubo un tiempo en que tocar la pandereta no era acompañar una canción, sino empuñarla como única arma. En “Memorias de la jungla psicodélica. Siguiendo el ritmo de The Brian Jonestown Massacre” (“In The Jingle Jangle Jungle. Keeping Time With The Brian Jonestown Massacre”, 2024; traducción de Ibon Errazkin), Joel Gion traza una delirante genealogía de percusionistas sin batería como Mark Volman de The Turtles, Davy Jones de The Monkees y Gene Clark de The Byrds. Jerome Green, el “Maraca Man”, era tan contundente junto a Bo Diddley que hacía innecesaria la batería. Luego llegaron los excesos y las caricaturas: Linda McCartney, Stevie Nick de Fleetwood Mac, incluso Liam Gallagher, a quien Gion retrata con mordacidad. Entre todos ellos, nuestro protagonista se cuela como último heredero y chamán lisérgico, un tipo que agitó la pandereta y las maracas como si invocara a los espíritus del garage rock –aunque no deje de hablar del britpop y la cultura mod– y convirtió esa actitud en una forma de vida.
Esta no es una biografía al uso, es una espiral narcótica narrada en tiempo real –MDMA, speed, heroína, anfetaminas, LSD– con comisarías, broncas con el público y peleas dentro de The Brian Jonestown Massacre dignas de telefilme. Anton Newcombe, fundador y líder del grupo californiano, sobrevuela el libro como un dios psicodélico, iluminado y tiránico. Gion lo retrata con respeto, pero sin idealizar. Las tres partes del libro marcan ese vaivén: entusiasmo precoz en los noventa, giras incendiarias con “Take It From The Man!” (1996), “Their Satanic Majesties’ Second Request” (1996) o “Strung Out In Heaven” (1998) y un regreso más introspectivo con “Bringing It All Back Home - Again” (1999). El documental “Dig!” (Ondi Timoner, 2004), que tardó en publicarse, aparece como punto de inflexión, y Gion no escatima en anécdotas sobre los hermanos Timoner, que lo convirtieron en icono de portada. Las pullas a The Dandy Warhols son menos numerosas de lo que cabría esperar.
En la lectura desfilan apariciones improbables, como la del actor Harry Dean Stanton o Bobby Gillespie de Primal Scream. Su paso por la tienda de discos Reckless Records, en San Francisco, le valió otras intervenciones estelares más. Puedes hacerte una lista para Letterboxd –Gion devora cine con clase– y guardarte la de Spotify que aparece al final. También es posible ir marcando las entradas y salidas de miembros reincidentes: Matt Hollywood, Jeff Davies, Ricky Maymi, Joel Rogers, Dean Taylor... y el propio Gion, que entra, sale, explota una maraca en directo y vuelve cuando le da la gana. Tampoco se oculta el paso de Peter Hayes, cofundador de Black Rebel Motorcycle Club. Te lleva de San Francisco a Hollywood, pasando por Toronto o Nueva York, con sus oficinas de TVT Records, sin perder la capacidad de observación.
Altamente recomendable incluso para no iniciados, este libro está escrito con una lucidez chispeante: “No puedes echarte a llorar porque la vida no sea siempre diversión. Las cosas importantes no funcionan así; las cosas pequeñas sí. Ese es el truco, y ese es el interruptor mental que debes accionar si quieres llegar lejos”. ∎