Keum Suk Gendry-Kim

La surcoreana Keum Suk Gendry-Kim (1971) vuelve a abordar un tema sensible, y quizá doloroso para algunos, desde una mesura y delicadeza ya reconocibles en su trayectoria. En “Mañana será otro día” (2023; Reservoir Books, 2024, traducción de Joo Hasun) nos habla del deseo de ser padres y de la imposibilidad de serlo desde diferentes perspectivas y a través de íntimos recorridos emocionales donde confluyen sentimientos como la tristeza, la frustración, el anhelo, la esperanza, el miedo o la culpa.

Un recorrido ilustrado además con una factura elegante, donde la naturaleza es la absoluta protagonista: el agua, la lluvia, la nieve, la caída de las magnolias, las flores de cerezo. Llama la atención la riqueza de matices de grises de las aguadas de tinta coreana sobre papel tradicional Hanji. Algunas páginas dobles son un deleite para la vista, auténticas obras de arte en sí mismas. Gendry-Kim rompe así con el rotundo contraste del blanco y negro de obras anteriores como “La espera” (2021; Reservoir Books, 2023) o la multigalardonada “Hierba” (2017; Reservoir Books, 2022).

Sin embargo la autora contrapone la contemplación de esa belleza natural con escenas de agujas, pinchazos, hematomas y correas de sujeción hospitalaria. Porque el camino a la maternidad puede estar sembrado de dolor emocional, pero también físico: “Para ser mamá hace falta saber soportar el dolor”, dice una enfermera. Eso sí, dolor llevado “a la coreana”, de una forma sosegada y resiliente, sin exteriorizar demasiado y sin reacciones viscerales a comentarios lapidarios de familia y amigos.

“Mañana será otro día” es una obra autobiográfica, escrita y dibujada desde la madurez, sobre traumas pasados y superados. Veinte años ha tardado la autora en poder contarnos la historia de su infertilidad y la de su pareja. Y esto último es algo también novedoso en su trayectoria, ya que rebasa el enfoque femenino de sus historias e incluye también la narrativa en masculino para reflejar los efectos que el propio patriarcado puede inferir en el hombre que no puede ser padre. Gendry-Kim trabajó además de forma simultánea a esta obra en “Perros” (2022; Reservoir Books, 2024), donde relata la historia de una pareja sin hijos que decide conformar su núcleo familiar con estos animales. Historia muy hija de su tiempo, teniendo en cuenta que Corea del Sur es actualmente el segundo país del mundo con la tasa de natalidad más baja, casi en empate con Taiwán, que lidera el ranking en 2024.

Pero no olvidemos que, pese a la actual apertura del país a Occidente, Corea del Sur sigue manteniendo notables vestigios de su cultura tradicional, exaltadora de la familia, del trabajo duro, del respeto a los mayores, pero también de la austeridad y de la contención. De hecho, la autorrepresión presenta un papel protagonista en la obra de Gendry-Kim. El conflicto interno, la sensación de fracaso y la calma tensa… Escenario perfecto para una madre zurciendo, aguja en mano, que le espeta a una hija “tener hijos es un deber” o una suegra en la cocina que recrimina a una treintañera de esta guisa: “Todas mis amigas ya son abuelas”. Como reza el dicho, nos libre Dios del agua mansa, que de la brava ya me libro yo. Gendry-Kim, además, refleja la presión social que también sufren los hombres: “... todos tenemos hijos menos tú” o “Yo dejé embarazada a mi mujer, ¡zas! a la primera” son comentarios de tasca que podríamos escuchar en cualquier reunión de amigos en nuestro país. El problema de la baja natalidad es una cuestión de estado que no tiene fronteras.

Mañana será otro día, sin hijos, para millones de personas que sin duda disfrutarían de la belleza de este cómic intimista y nostálgico, cuya lectura deja lugar a la esperanza y a la reconciliación con uno mismo. ∎