Cómic

Laura Pérez

NocturnosAstiberri, 2024

Laura Pérez (Valencia, 1983) estudió Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia y completó su formación visual en Rennes (Francia) y en Calgary (Canadá); en esta última ciudad, en sus infinitos e inescrutables bosques, respiró un hálito que quedó para siempre suspendido en su obra. “Nocturnos” (Astiberri, 2024), su último título, no es una excepción: arboledas gélidas, individuos solitarios y espacios urbanos extrañados a lo Hopper sirven para adentrarse en una exploración de lo oculto por las profundidades boscosas de la naturaleza y de la mente humana.

En esta ocasión la protagonista absoluta es la noche. Sublimada por el romanticismo, constante fuente de inspiración en todas las artes y culturas y generadora de un simbolismo inabarcable, este territorio de criaturas terroríficas se convierte en manos de Laura Pérez en un mundo serenamente inquietante. Un universo que viene a confirmar nuevamente la sólida posición de esta joven autora, con una importante carrera paralela como ilustradora para medios internacionales que fue nominada en 2022 a los premios Emmy por sus títulos de crédito para la serie televisiva “Solo asesinatos en el edificio” (Steve Martin y John Robert Hoffman, 2021-).

Un conjunto de tramas de escasa acción se suceden y se cruzan con escasos bocadillos; espacios y tiempos parecen mezclarse y confundirse siguiendo una lógica onírica. Sin planteamiento, nudo ni desenlace, “Nocturnos” adentra al lector en un periplo hipnótico. Para ello, la autora se vale de un dibujo de línea sintética, con colores apagados y planos que recuerdan vagamente a Adrian Tomine y un predominio absoluto del negro. La narración, eminentemente visual, adopta un diseño de página cambiante en la distribución de viñetas, a veces con dibujos a página completa.

Geordie Greep

Como en otros títulos previos, abundan las secuencias mudas. “​Soy una persona muy reservada y muy callada”, declaraba la autora en 2022. “Si me veis en un grupo veréis que soy la que está callada, porque no me gusta atraer la atención, me gusta disfrutar de lo que los demás están diciendo o escuchar a los demás”. ​El texto en “Nocturnos” vuelve a ser mínimo y destilado: “Cuando cesa el ruido externo, es el ruido interno el que se escucha con más fuerza, pero gracias a la oscuridad podemos ver las estrellas”. Es así como sus personajes aislados viven la noche, se entregan a pesadillas recurrentes o a un insomnio perseverante, a veces respondiendo a misteriosas llamadas de una naturaleza igualmente nocturna.

Esta narrativa, fragmentada y poética, ya estaba presente en otras obras de la valenciana, especialmente en “Tótem” (Astiberri, 2021). También en la galardonada “Ocultos” (Astiberri, 2019) –Premio Ojo Crítico de Cómic de RNE y Premio Ignotus, ambos en 2020– y en “Espanto” (Astiberri, 2022), lo mismo que su predilección por el “mundo del misterio” y lo sobrenatural, una querencia que le viene de su infancia, como ha confesado enigmáticamente en las entrevistas. A través de esos trabajos previos ha afinado una voz propia que se alza ahora en “Nocturnos” con su encrucijada de espacios y tiempos, noctámbulos y durmientes, de lo visible y lo invisible. Una oda a la noche y sus criaturas, una invitación a un viaje de duermevela, aunque… “¿Cómo sabemos que no estamos soñando?”. ∎

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