Nick Hornby

Hemos llegado a tal punto de dominancia catódica que ya nos llegan antes las series de televisión que la traducción de las novelas que adaptan. En este caso, dos temporadas, de hecho. Estamos hablando de “El estado de la unión. Un matrimonio en diez partes” (“State Of The Union. A Marriage In Ten Partes”, 2019; Anagrama, 2023), lo nuevo de Nick Hornby (Maidenhead, 1957). Como aquella serie protagonizada por Rosamund Pike y Chris O’Dowd, la novela se beneficia de un formato corto –diez capítulos de diez páginas cada uno– para sacar el máximo partido a uno de los grandes fuertes del británico, los diálogos.

Otro de sus atractivos es su planteamiento, que invita a leerlo de una sentada, porque esto es casi como un guion para una obra de teatro. Aquí tenemos a un matrimonio en crisis que se cita antes de su sesión semanal de terapia de parejas en un pub para tomar Tom una pinta y Louise una copa de vino blanco. Él es el tipo de periodista musical en paro que encuentra más sexi a una mujer cuanto mayor es su colección de discos. Ella, una gerontóloga del Servicio Nacional de Salud que se relaja viendo “Llama a la comadrona”. Después de quince años de matrimonio y dos hijos en común, solo les unen los crucigramas y “Juego de tronos”.

Hornby solo espera al segundo capítulo para mostrar sus cartas, y es que todo esto no es más que una oportunidad para hacer un juego de palabras entre un matrimonio hecho añicos y el estado de la otra unión, es decir, la del Reino Unido del Brexit. Por supuesto, cada uno ha votado diferente: Louise quiere permanecer en la Unión Europea, mientras que Tom, al que le seduce la idea de ir contracorriente, optó por votar a favor del referéndum. El Brexit es el mismo catalizador que empleó solo un año después en “Alguien como tú” (2021), aunque, como en aquella novela, aquí este conflicto queda rápida y desafortunadamente diluido en un ir y venir de reproches ingeniosos.

Si eres del tipo de persona que disfruta de diálogos como el siguiente, este libro es para ti. “Hemos envejecido de un modo distinto. Yo creo que los cuarenta son como los treinta, salvo que tienes que ir más al gimnasio. Tú crees que tener cuarenta y cuatro años es como tener sesenta y cinco, salvo que con hijos más pequeños. ¡No se ha terminado! ¡Nada ha terminado! ¿Dónde están tus ganas de luchar? [...] Lucha por tu vida. Lucha por tu matrimonio. Lucha por el trabajo. Lucha por no ser un maldito desgraciado”. Obviamente, hay mucho rencor y vileza en algunos de sus pasajes, a fin de cuentas estamos hablando de tres lustros en las trincheras del matrimonio, pero, como siempre, Hornby consigue mantener la situación civilizada entre su habitual ternura y humor sarcástico. ∎