Tal y como está el mundo, ¿cómo no van a surgir proyectos como Asra3? Fugacidad, atropello, eclecticismo, humor, bailoteo del bueno… En un presente tan enloquecido como el que vivimos, un disco como este “mami ençen la ñocla” reviste plena lógica. Él se define a sí mismo como un “productor de reguetón líquido” y forma parte del colectivo hyperpop Els Cundits, pero esto es más bien un empeño asambleario del que también participan otros integrantes del underground barcelonés: azombike, blanc uua, rikamichie, Catarata de Culos, Rebe, bunny, Lacitos, bb glumi, Sarigueyax, Voldo y Nasty Dalsy. El resultado es tan heterogéneo como su plantel. Nueve cortes en veintiún minutos y treinta y seis segundos con más cambios de ritmo que un vídeo de goles de Leo Messi. Puro déficit de atención, como tener veinticinco pantallas activas en el PC. Lo la “ñocla” igual conviene explicarlo: una palabra, excentricidad fonética del castellano que se habla en Chile, que designa a una especie de cangrejo robusto, aunque ni siquiera el propio Asra3 lo sabía. Simplemente le sonaba bien. Vale un poco para todo. Y reforzaba el aparente absurdo de sus textos.
La música de videojuegos es otro de los condimentos, en sintonía con el hyperpop contemporáneo: se nota en el tema titular, que se arrima al dubstep, y en una cálida “flow rulai” que apela al Caribe. Porque esta es una batidora –fundamentalmente– de reguetón, dembow, electrónica chispeante y algún efluvio de jazz. “superilla” suena a funk ralentizado o a cumbia digital, con referencias –con retranca– a Ada Colau y sus espacios urbanos ganados para el peatón. Hay cortes que me recuerdan a códigos algo más añejos, barajas que posiblemente ni ellos mismos hayan considerado, como los discos de Ninja Tune o Talkin’ Loud de finales de los noventa en “gabufa ranupi”, el efervescente cachondeo de Cansei de Ser Sexy en la cálida “cuna” o el encanto fumeta de los mejores Nightmares On Wax en “pitis amb el budellin”. Desvarío, dislate, capricho de sesgo esquizofrénico o simple genialidad (o todas esas cosas o ninguna a la vez), el disco es divertido y (desde luego) no aburre. ∎