Disco destacado

Björk

PostOne Little Indian-Polygram, 1995
La evidencia del título es aplastante: no habría un “Post” sin un “Debut” (1993) previo, pero tampoco tendría razón de ser un “Post” si los coetáneos de Björk tuvieran en mente algo más que sus cuentas corrientes y su cegado afán por satisfacer los gustos monolíticos y chabacanos de esa inmensa mayoría que compra discos siguiendo los dictados de las radiofórmulas. Y es que con su nuevo trabajo, la islandesa va más allá de todo lo que puede escucharse hoy en día, ya sea en el terreno del pop o del dance, en el de la electrónica o en el de las nuevas solistas femeninas, gracias a una brillante producción que parece llegar a través de una brecha abierta dede el futuro.

“Army Of Me”, el primer single (incluido en la banda sonora de “Tank Girl”), ya presagia lo azaroso del contenido del disco, con su mecanismo envolvente e hipnótico, los toques industriales que sugieren colisiones de pedazos de metal y la voz enigmática de Björk. “Hyper-ballad” es eso, una balada que se acelera hasta rozar el Hi-NRG de cuerdas y los territorios madonnianos, mientras que “The Modern Things” explota las posibilidades de un exagerado acento islandés. 

El enigma de hielo: hypercool. Foto: Stéphane Sednaoui
El enigma de hielo: hypercool. Foto: Stéphane Sednaoui
Y estalla la sorpresa: la niña enfadada y ocasionalmente histérica se transforma en una sensual vampiresa a lo Marilyn Monroe, alternando la placidez de una especie de nana kurtwelliana con la rotundidad de una big band en “It’s Oh So Quiet”, una versión de Betty Hutton. Luego, adorna el ruido más bello, cortesía de Tricky, en “Enjoy”, un loop reiterativo acongojante con trompeta final que parece escrito por y para un psychokiller. La sinfónica “You’ve Been Flirting Again” enfrenta a la exvocalista de Sugarcubes con una sección de cuerdas, “Isobel” la sitúa en escenarios épicos casando electrónica con orquestas, y “Possibly Maybe” se recrea en una enfermiza relación de amor-odio contada en forma de balada. Lo más abiertamente bailable aparece en “I Miss You” , una orgía de percusiones latinas y metales (los de Gary Barnacle) para un carnaval de fin de siglo, y el tono apocalíptico –esta vez, en la época medieval– sigue en “Cover Me” . “Post” cierra con otra mutación de Tricky , “Headphones”, un juego desnudo de palabras y sonidos que sitúa a Björk muy por encima del mefistofélico creador de Bristol.

Aunque en el futuro Björk vuelva a contar, como en este disco, con Nellee Hooper, Tricky, Graham Massey y el recuperado Eumir Deodato, la pregunta más inquietante es: ¿qué nos deparará después de este “Post”? ∎


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