Álbum

Blood Quartet

Until My Darkness GoesFeeding Tube-Gandula, 2018
“Until My Darkness Goes” de Blood Quartet certifica que el encuentro del trompetista neoyorquino afincado en Cataluña Mark Cunningham (Mars, Raeo) con el hasta entonces trío de Sabadell Murnau b. en 2015 fue feliz y proporcionó a cada uno lo que necesitaba: a él, una banda joven que le insuflara energía renovada, y a ellos, ese plus que les faltaba para ser algo más que un grupo de noise guitarrero.

Además, en sus once cortes diversifican su discurso apuntando en varias direcciones, que van del free jazz a la herencia instrumental de los primeros y más abrasivos Sonic Youth, y se permiten bajar el tempo hasta algo parecido a una balada agónica –“Velvet Love”, cantada con una voz aguda y lastimera que cada vez se deja oír en más temas–, e incluso marcarse algo tan lúdico y aparentemente impropio de una banda tan “seria” y “grave” como ese ejercicio de estilo rockero y revivalista titulado “Surfing Rueda”.

Vamos, que Lluís Rueda, Kike Bela y el legendario Càndid Coll (miembro de los seminales Zeidun) cada vez se encuentran más a sus anchas al lado de Mark y se sienten más libres de hacer lo que les apetezca sin preocuparse de lo que piensen los demás, y eso solamente puede ser bueno. Saben que son únicos en su especie y que no les hace falta luchar por un espacio que es solo suyo. Que lo único que tienen que hacer es relajarse y disfrutar de su momento. Y a buena fe que lo consiguen. ∎

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