Álbum

Dean Hurley

The MysticSacred Bones-Popstock!, 2023

Los dos primeros cortes de esta reconstrucción musical de una película muda de Tod Browning, “The Mystic” (1925, aquí estrenada como “Zara la mística”), nos trasladan sin problemas a la atmósfera circense de las ferias ambulantes, sus barracas, mujeres serpiente, devoradores de cuchillos y atracciones varias. Son temas muy pulidos registrados con un aire distante, de época, adecuado a lo que cuentan las imágenes y a la manera en que el perverso Browning acostumbraba a narrar estas historias, ya que realizó muchas, además de la más icónica de ellas, “La parada de los monstruos” (1932). Pero la feria y sus embaucadores es solo el punto de partida del filme, y el relato discurre después con aires de artificiosa fantasía de intriga y espiritismo. El crepitar de una vieja aguja en un no menos viejo vinilo se incorpora al sonido, progresivamente más lúgubre, pero también envolvente, tenue y embellecedor. Ese crepitar de fondo refuerza la sensación analógica de viaje en el tiempo pese a que sean los sintetizadores e instrumentos electrónicos los que suplan en el tema titulado “The Proposition” a lo que sería una orquesta tradicional interpretando en directo la música de la película. En otra pieza, “The First Seance”, los sonidos de teclados vintage de ultratumba alcanzan otro relieve, otro feliz encuentro, sin cosmética sonora alguna, entre lo cruel de las imágenes de Browning y una electrónica lo-fi con resonantes gongs chinos y acordeones que se pierden en la lejanía. Hay piezas del score, caso de “Who Is That Woman?” y “Plotting”, que procuran una sensación de aletargamiento, espera y precaución a la vez, siempre en sintonía con las graduaciones de Browning entre el melodrama exacerbado, el misterio gótico, el terror real y el gusto sin ningún reproche moral –lo que le causó no pocos problemas en su época, aunque fuera la fuente de su éxito– por personajes criminales: el ulular pavoroso del viento es una realidad en “The Second Seance”, pero tras una noche de espectros llega la cama con la delicada “Earthly Possessions”. Acorde con la mentalidad irónica que siempre desperdigó Browning, el brevísimo “The Lobby” suena como una fantasía juguetona de Angelo Badalamenti al servicio de David Lynch. Retengamos la referencia, porque no es anecdótica. El disco “The Mystic”, de momento en digital y anunciado en físico próximamente, acompaña a la edición de la película recién editada en Blu-ray por The Criterion Collection. No era hasta ahora la película más disponible de Browning y no es esta una música cinematográfica cualquiera.

“Zara la mística” es un filme de Browning sin Lon Chaney, rodado justo en medio de dos de las obras maestras realizadas con el actor de las mil caras, “El trío fantástico” (1925) y “Maldad encubierta” (1926), y que en cierto modo repite la fórmula de criminales de barraca de feria de “El trío fantástico”. Su premisa es más o menos esta, aunque los argumentos, en el fondo, nunca puedan definir el cine de Browning: una pitonisa húngara, un sinvergüenza estadounidense y otros compinches planean robar la fortuna de una heredera norteamericana utilizando una sesión de falso espiritismo en la que harán “aparecer” al padre de la mujer para que le indique cómo deshacerse de sus bienes, acciones y joyas. Solo el director de “Garras humanas” (“The Unknown”, 1927) –cinta que tuvo música a cargo de John Cale, presentada en directo en el Festival de Sitges en 1995 y enlatada en disco en 1999, y un año antes una banda sonora de avant jazz por parte del saxofonista Phillip Johnston y su combo Big Trouble– podía lograr maravillas con materiales de derribo como este.

La banda sonora la firma Dean Hurley. Además de algún que otro toque a lo Carpenter, acude a Badalamenti-Lynch en el tema comentado. No es casual. Hurley trabajó con Lynch desde 2005 hasta 2018. Comenzó encargándose del ensamblado digital de la música del filme “Inland Empire” (Lynch, 2006), las mezclas de “Polish Night Music” (2007) –álbum de Lynch y Marek Zebrowski– y la grabación, edición y mezclas de “The Air Is On Fire” (2007), el disco con los soundscapes empleados en la exposición de Lynch del mismo título celebrada aquel año en la Fundación Cartier de París. Después sería ingeniero de sonido, compositor, productor, programador, bajista, batería, teclista y guitarrista –hombre para todo– de los discos “pop” de Lynch “Crazy Clown Time” (2011) y “The Big Dream” (2013), además de supervisor musical de la T3 de “Twin Peaks” (Lynch y Mark Frost, 2017) y responsable de los Asymmetrical Studio del cineasta. Hurley se convirtió así en el sucesor de Alan R. Spleet, Badalamenti y John Neff en la serie de compositores y sonidistas creativos que han sido tan esenciales en la obra lynchiana.

Justicia poética, pues Browing y Lynch son los directores que mejor han explorado, a su modo, la deformidad humana y sus consecuencias. En solitario, Hurley cuenta con varios discos, todos para Sacred Bones Records, como los ambient “Anthology Resource Vol. I” (2017) –compilación de fragmentos suyos no utilizados en la tercera temporada de “Twin Peaks”– y “Anthology Resource Vol. II. Philosophy Of Beyond” (2019), el ejercicio de dream pop “Oceans Of Time” (2022) a medias con Gloria de Oliveira y la también reciente banda sonora compuesta con DJ Muggs para “Divinity” (Eddie Alcazar, 2023), un thriller de ciencia ficción producido por Steven Soderbergh. ∎

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