Álbum

Howie Lee

Birdy IslandMais Um Discos, 2021

Salvo cambios de última hora, si buscan Howie Lee en Wikipedia, solo encontrarán un jugador de hockey sobre hielo canadiense de los años cincuenta. Este otro Howie Lee, de nombre real Li Huadi, procede de Pekín, vive en Londres y se ha buscado al ingeniero Steven Betke (Pole) para acabar “Birdy Island”, un álbum mágico y multicultural que, al parecer, se inspira en sus experiencias personales en las islas de Ko Chang (Tailandia), Hainan (China) y Sicilia.

El EP “7 Weapon Series” (2020) empleaba ingredientes similares: música tradicional china y electrónica de club. La fusión de “Birdy Island” resulta en cambio más sutil y fluida, sabe menos a yuxtaposición de elementos. Su primer tema, “Time To The Sun”, condensa con brillantez ese crisol del influencias: jazz latino, folk oriental, electrónica progresiva, música de acordeón como salida de la vertiente izquierda del Sena y alguna cosa más que se va descubriendo a medida que recorres su curioso paisaje ornitológico. Pero en lugar de pastiche freestyle, Lee da con una fórmula abierta que marida improvisación y la síntesis exótica de, digamos, Ryuichi  Sakamoto y David Sylvian, los sueños edénicos de Henri Rousseau rememorados por Midori Takada, o el filo metalizado y disonante de Photek.

No es fácil catalogar “Birdy Island”, ni tampoco es que lo pretendamos. Su base ambient es más que patente y recurre a elementos tan trillados como lo étnico. Pero Lee sabe escapar como un prestidigitador de los clichés con un coherente collage que combina lo artificial y lo orgánico, lo simple y lo intrincado. Voces humanas –el propio Howie Lee, Yehaiyahan, Fishdoll y West By West–, sonidos naturales –no faltan los obligados pajarillos– e instrumentos tradicionales conviven en plácida tensión con sintetizadores, ritmos repetitivos y motivos melódicos que se apuntan pero que rara vez vuelven sobre sí mismos. Buenos ejemplos de lo que intentamos decir son los dos últimos cortes de un álbum que no se agota precisamente con la primera escucha: “The Door Of Aspiration” y la fantasmal “Dawn Of The Idols”, maravillosa habanera oriental de aromas nietzscheanos. ∎

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