Apenas ha pasado un año desde que “Taxi” confirmarse a Antònia Font como motor de la renovación del pop cantado en catalán (o en mallorquín) y
Joan Miquel Oliver, compositor e ideólogo de la banda, sorprende de nuevo con un trabajo en solitario donde asume con total naturalidad composición, interpretación, arreglos, producción, diseño del libreto... Sisa dice que es un genio y, aunque él prefiera reflejarse en el espejo de los compositores valientes, algo de genialidad sí que hay en
“Surfistes en càmera lenta”, un encantador inventario de bocetos que recrea con asombrosa puntería el personalísimo e intransferible universo de Oliver.
De acabado artesanal y ensoñador, “Surfistes en càmera lenta” es algo así como la hipotética mezcla perfecta entre el tema “Tornar a cantar” de Sisa y el álbum
“Popemas” de Nosötrash: un conjunto de canciones de juguete reducidas a su mínima expresión y adornadas con arreglos imposibles. Panderos, daburkas, percusiones, violines y guitarras de plástico comparten créditos instrumentales con botes de Pronto y Airwick Fresh. Melodías de pop naíf se mecen al ritmo que marca una imaginación desbocada por donde circulan relojes que se comen el tiempo, payasos soñadores, molinos de viento, extraños habitantes del bosque... Todo es posible en “Surfistes en càmera lenta”, un trabajo donde no tiene sentido detenerse a analizar y delimitar estilos: desde
“Rellotge” hasta
“Foto”, todo forma parte de una visión global y privilegiada del pop. Uno de los pequeños grandes discos del año. ∎