Álbum

José González

Local ValleyImperial-City Slang-Music As Usual, 2021

La música de José González entronca con la vieja escuela británica de cantautores folk hipersensibles, pero también con tradiciones de ultramar vinculadas al punk, como el slowcore o el post-rock. De apariencia esquemática, propulsadas casi siempre por una sólida concepción de lo rítmico, las canciones del compositor sueco maximizan resultados por vía de la sustracción. La austeridad forma parte de su espíritu artístico, no es mero recurso de expresión, así que González tampoco necesita forzar la máquina del esteticismo. Por eso hay una apreciable naturalidad en todo lo que hace, ya sea por su cuenta o al frente del grupo Junip. Como ha articulado un lenguaje tan personal, puede seguir profundizando en él para ofrecer nuevos puntos de vista sobre un cancionero que está envejeciendo la mar de bien.

Hay episodios de “Local Valley” que parecen remitir a pasajes del fantástico “Vestiges & Claws” (2015), aunque este nuevo trabajo desarrolla y amplía parte de lo que González expuso allí. Es la primera vez que el de Gotemburgo incluye canciones en castellano –la lengua materna de sus padres, exiliados desde Argentina a la Península Escandinava tras el golpe de Videla– y los resultados son más que alentadores. “El invento” nos muestra su faceta más abiertamente pop, convirtiendo la singularidad del acento en ventaja antes que en inconveniente. También encontramos canciones en sueco, aunque la mayoría de este nuevo repertorio –grabado en su estudio casero con vistas al fiordo– está cantado en inglés.

Las señas de identidad de José González permanecen –arpegios sucintos y exactos, mucho peso en la sexta cuerda, ritmos sencillos y circulares, letras esenciales poco dadas al artificio retórico y un diseño de sonido que prefiere la crudeza al exceso de hervor–, pero también afloran otros planteamientos de estreno más allá de lo estrictamente idiomático. La hipnótica “Valle local” conjuga ambas novedades bajo el cielo protector del Sahel. Ese interés por la música tuareg asoma también a “Head On”, favorita indiscutible que además incluye cargas de profundidad contra el capitalismo extractivo y nos anima a tomar decisiones individuales que terminen permeando en lo colectivo. La idea de lugar común en el que todos podemos reconocernos y aproximarnos también está presente en “Visions”, mientras que “The Void” equipara tradición con lastre.

En la segunda mitad del álbum, el autor opta por aligerar un poco el tono. Hace hueco a una canción infantil con silbido como“Lilla G” y abre la puerta a la sensualidad en “Swing”, con su mujer Hannele Fernström –autora de las ilustraciones que envuelven la edición física del disco– aportando coros. Consumado experto en el difícil oficio de las versiones, González deja en los huesos la canción más celebrada de Junip –“Line Of Fire”– y apuesta por la cercanía al adaptar un original de su paisana Lelah –“En stund på jorden”– en el que reflexiona, sin drama ni épica, sobre nuestra condición de seres finitos. ∎

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