Álbum

JPEGMAFIA

LP!EQT-Republic-Universal, 2011

Un famoso Kōan (los acertijos sin solución que, en la tradición zen, el maestro plantea a sus alumnos) dice aquello de “si un árbol cae en un bosque sin nadie para oírlo, ¿hace ruido?”. Con JPEGMAFIA podríamos acuñar un nuevo Kōan que rezaría algo así como “¿puede ser el epítome de la creación musical alguien que ha sido calificado como noise music?”. Con su recientemente estrenado LP!, el artista criado en Flatbush nos vuelve a decir que sí, y esta vez estamos un paso más cerca de dar con la respuesta a la pregunta.

“LP!” es un álbum muy JPEGMAFIA desde su propia concepción inicial, ya que está disponible en dos versiones, bautizadas como “Online” (la que podemos encontrar en plataformas de streaming como Spotify y sobre la que se basa esta reseña) y la “Offline” (disponible en portales como YouTube o Bandcamp). Las diferencias entre ambas se basan en el uso de samples distintos (debido a la imposibilidad de conseguir el clearence para algunos de ellos) y cambios en los títulos de algunos temas.

Los primeros compases del álbum nos reciben con una sucesión frenética y vibrante de sonidos electrónicos y vitaminados. “TRUST!”, “DIRTY!” y “NEMO!”, cada una en su tono, nos abren un abanico de melodías asíncronas y la distorsión ambiental habitual en JPEGMAFIA, aunque con un registro colorido y optimista. A partir de entonces comienza a costar encontrar un hilo conductor tan evidente como en esos primeros compases, lo cual acaba por otorgar, por contradictorio que pueda parecer, una coherencia al conjunto.

Esto se produce por el loable esfuerzo de Peggy (como se refieren a él sus fans) en aplicar su universo creativo a través de trucos que ya comienzan a ser constantes en su repertorio, como pueden ser acercamientos al rock, como el que vemos en cortes como “END CREDITS!”, o la suerte de cover del himno pop “Baby One More Time” de Britney Spears que da lugar a “THOT’S PRAYER!”.

JPEGMAFIA se maneja como nadie en las contradicciones generacionales (que no son cuestiones de edad, sino de contexto) de todos aquellos que han crecido entre crisis habiéndoseles prometido la gloria. Y esa misma contradicción es la que hace que sea capaz de ensanchar los límites creativos del hip hop cuanto más se acerca a fórmulas convencionales del género. Así, en cortes como “OG!” ironiza (a nivel de sonido) con las estructuras más clásicas y ochenteras; en “ARE U HAPPY?” encontramos cadencias que nos trasladan a Memphis con un deje puramente Three Six Mafia; mientras que en “WHAT KIND OF RAPPIN’ IS THIS?” se adentra en la corriente actual neoyorquina, con una producción sobresaliente y marcada por un sampleo desgarrador, una batería que retumba en el pecho y unas estructuras líricas que podrían estar firmadas por Griselda.

El factor diferencial de JPEGMAFIA (además de numerosos gimmicks, como su capacidad para interpolar capas de ironía o referencias a la cultura trash-internetera) es, sin duda, su habilidad a la hora de dotar de un desarrollo narrativo –tanto a nivel canciones como álbum– cuando su faceta como productor descansa en el maximalismo. En “LP!” esto está también presente y, a partir de “DAM! DAM! DAM!”,  nos encontramos ante un nuevo disco en el que predomina una vibración más parecida, otorgada por títulos como “NICE!” o “BMT!”, con el contrapunto otorgado por “KISSY, FACE EMOJI!” o “CUTIE PIE!”.

“LP!” es, en resumidas cuentas, un viaje en hyperloop por todo el acervo interior de JPEGMAFIA, en el que visitamos, a la velocidad de la luz, sus referentes sonoros, melódicos y de deliveries. A su vez representa una nueva vuelta de tuerca a su fórmula y, sin embargo, nada de lo que vemos en este álbum nos suena repetitivo ni abrumador, sino todo lo contrario: goza de todo el sentido tanto seamos fans de siempre como si es la primera referencia suya a la que nos aventuramos. Pero a la vez nos deja muy claro que, si alguien se merece la etiqueta del rey de lo experimental, ese es JPEGMAFIA.∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados