julia amor

Nos hemos cansado de hablar en estas páginas de los discos de pandemia, si no un género –Dios nos libre–, sí un espacio mental desde el que han surgido decenas de obras destacables. Han sido quizá menos los proyectos patrios gestados en ese período de pérdida y aislamiento –pienso en cosas tan originales como Maestro Espada o Juan Azul–. julia amor es uno de ellos y “lo que pensé que era el amor” –así, todo en minúsculas, incluido el nombre artístico de esta andorrana de Sant Julià de Lòria– es su primer álbum.

Acabando el verano de 2020 apareció su canción de debut –o single digital–, “verano si ti”, que no pasó el corte de su primer disco físico “no habrá hogar”, EP de cinco canciones publicado por Futuras Licenciadas en 2021. Llega abril del año siguiente y sale “super extraño”, primer adelanto de “lo que pensé que era el amor”, publicado ya en 2023, prácticamente doce meses más tarde. Durante estos, aproximadamente, tres años y medio, Júlia Coll –este es su nombre de nacimiento– ha tenido tiempo para desarrollar su vigorizante versión del synthpop “de dormitorio”, con mucho love y dream –lo que se antoja inevitable–, además de mucha maestría en el manejo de las palabras, marcando de paso distancia con aquellas piezas primerizas.

Amor ha mencionado como influencia a Mr.Kitty, pero también nos recuerda al pop vulnerable de Cristina Quesada o Sally Shapiro. Para los alérgicos al tsunami de sirope, cortes como “heridas” harán de eficaz antihistamínico. Allí se escuchan frases como “no sé cómo aferrarme a las cosas sencillas sin pensar en las heridas”. No es una torpe maduración para esta veinteañera afincada en Barcelona desde hace siete años. Los efectos del confinamiento también sobrevuelan un álbum –quizá solo se trate de disonancias–, pero Júlia no hace referencia directa a él con gran inteligencia, desarrollando el tema principal del disco en un pasado que comprende su propia evolución.

Junto al mago de la electrónica Sergio Pérez –productor y mezclador de gente como Los Punsetes, Baiuca, Evripidis & His Tragedies, Soleá Morente, El Guincho o Lidia Damunt, entre otros muchos artistas–, encargado de dar proteico brillo y esplendor a las composiciones de Coll y Chri –Christian– Blau, con la intervención de Rubén Abdellah en algunos arreglos –sin mencionar la sólida parte visual del proyecto–, amor coge vuelo alto con el pop introspectivo y bailable de “ya no lo siento”, “a tu vera” o la urbanita “otro planeta”. ∎