Conseguir en pleno 2023 sonar radicalmente personal y original utilizando como herramientas una guitarra eléctrica, algún sintetizador, percusión y voz no es que tenga mérito, es que es una hazaña. Archy Ivan Marshall, el hombre que opera como King Krule, es el autor de semejante proeza. En su cuarto disco consigue sonar familiar (de inmediato sabes que una canción es suya) y a la vez sorprendente. Doble gesta.
“Space Heavy” es el resultado del traslado parcial del londinense de 28 años a Liverpool. Hay una cualidad de viaje que planea sobre todo el elepé: estructuras sinuosas que se mueven en dirección incierta, con arreglos al borde de explotar sin nunca hacerlo del todo. Sonando radicalmente urbano, por momentos casi abstracto (“Our Vacuum” o “Seagirl”, la colaboración con la cantante neoyorquina Raveena). Y esa voz, claro. Nadie canta como King Krule. Ahora además con la sensación de experiencia y sabiduría que le confiere ser padre, hecho que planea sobre todo el disco.
Se podría decir que es un trabajo ligeramente más optimista que los anteriores, pero eso no es decir mucho en un artista que se mueve en el claroscuro, en el margen de la luz. “Tren a la costa, cuatro horas una vez a la semana / en una esquina del pub, rodeado de personas repugnantes / hablan de la policía violenta y racista / Este lugar ha sido olvidado de la historia”, declara en “Wednesday Overcast”, el cierre del álbum.
El sonido de su guitarra vuelve a ser el conductor sónico. Suena oscura, barítona, tocada con clase pero sin seguir en ningún momento los preceptos clásicos del instrumento. Para Marshall, el rasgueo de las cuerdas equivale casi a la pulsión de un sintetizador modular. Con puntuales arrebatos de luz que rompen la penumbra casi perpetua en la que habitan sus canciones. De pronto, una pincelada fugaz de instrumentos de viento (“When Vanishing”), añadiendo una textura vanguardista y jazzística.
“Seaforth”, el primer sencillo, es el momento más pop del conjunto, si es que se le puede llamar pop. Una suerte de canción de amor surrealista: “Ella me habla en mis sueños / Cojo su cintura entre mis manos / Y cuando me levanto se derrite en la arena / ¿Cuál es el significado de este sentimiento”. “Hamburgerphobia” es otro de los momentos movidos de “Space Heavy”, con un ritmo acelerado sobre el que King Krule medita sobre la tentación frente a la cotidianeidad doméstica.
Durante todo el trabajo planean ideas y descripciones sobre el paso del tiempo, el lugar que ocupa el autor en el mundo y cómo la paternidad puede funcionar como elemento que rellena los espacios vacíos. Nunca siendo evidente, pero tampoco deliberadamente obtuso. Dejando que el oyente saque sus propias conclusiones y resultando de esa manera intrigante y por momentos subyugante. Un artista en perpetua construcción de su propio imaginario y universo. Los que importan. ∎