Disco destacado

Koffee

GiftedPromised Land-Columbia-Sony, 2022

La jamaicana Mikayla Simpson, alias Koffee, lleva ya tiempo armando revuelo, y eso que solo tiene 22 años. Inspirada por sus ídolos, Protoje y Chronixx, edita su primer single, “Legend” (2017), un homenaje a Usain Bolt que se hizo viral cuando el propio atleta lo propagó a través de Instagram. Los siguientes singles, “Burning”, “Raggamuffin” y “Toast”, consiguieron que se fijara en ella la rama británica del sello Columbia, que pasó a distribuir su EP de debut, “Rapture” (2019), que, con solo cinco canciones, recibió un Grammy al “Best Reggae Album”. A partir de ahí todo fue sobre ruedas: telonera de Harry Styles, aparición en el álbum “Bigger Love” (2020) de John Legend y reclutada por Jay-Z para cantar el tema principal del wéstern “The Harder They Fall” (2021). Y la rumorología la sitúa como una de las autoras de un nuevo álbum de Rihanna de inspiración reggae.

La mayoría de este material previo se incluye en el segundo disco de la “Deluxe Edition” de “Gifted”, su debut, una auténtica joya que mezcla dancehall, afrobeats, R&B, reggae y pop y que la sitúa en la rampa de un estrellato mainstream que la música jamaicana no logra desde Sean Paul. Para dejar claro de dónde viene, nada mejor que empezar el disco con “x10”, construido sobre un sample del “Redemption Song” de Bob Marley. La conexión con la ortodoxia roots, en un trabajo que no llega a la media hora, sigue con el maravilloso “Lonely”, puro lovers rock con ajustados toastings. Del mismo modo, la acústica “Shine” expande buenas vibraciones pop, mezclando la síncopa característica del reggae y un recitado en el que no falta Babilonia ni las referencias al Señor Todopoderoso.

Su relación con los afrobeats –estuvo invitada en el célebre concierto de WizKid en el O2 Arena de Londres y participa en el nuevo álbum de Cruel Santino, nombre emergente en la nueva escena alté nigeriana– se consolida con el sonido del tema titular, coronado con un sample de niños cantando y una letra que muestra orgullo, habla de su origen en Spanish Town y de su predilección por las marcas de moda como Prada o Balenciaga. La firma de lujo española vuelve a parecer en la letra de “West Indies”, para el que escribe la mejor canción del disco, de nuevo con el aroma de los afrobeats pero añadiendo al flow un estribillo rotundo.

Otra diana es el también single “Pull Up”, un cruce entre afrobeats, dancehall y pop –con una letra en pidgin en la que vuelve a aparecer su fijación por las marcas: Audi, Cartier, Benz y Prada de nuevo– coronado por un solo de saxo de matiz soul. Aunque el tema con más reproducciones es “Lockdown”, cuya letra ambigua, sobre lo que supone el fin de las restricciones del COVID, repite “where will we go
when di quarantine ting done and everybody touch road?”, para a continuación cuestionarse la viabilidad de un romance nacido vía FaceTime. Todo ello combinando lo que deviene su estilo, una mezcla de versos recitados y estrofas melódicas irresistible.

El disco se completa con “Where I’m From”, canción en la que hace hincapié en sus inicios en el coro de la iglesia, incluyendo unas voces de marcado tono góspel, además de un guiño en la letra a su madre, adepta a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en un desarrollo en el que predomina la verborrea del dancehall, pero sin dejar nunca de lado las armonías celestiales, ni olvidarse de que “we ball but we coming from the ghetto”. No puede faltar una dosis de AutoTune en “Run Away”, de nuevo bajo la influencia de los afrobeats aunque preservando el ascendente jamaicano. Y la breve “Defend”, que parece abortada al llegar al minuto, mezcla rimas veloces con un fondo instrumental ensoñador.

Los nueve temas del inicio de su carrera, añadidos en la edición de lujo del disco, muestran a una artista en construcción, con guiños claros al reggae en “Burning” y temas colaborativos del calibre de “Blazin”, con un soberbio featuring de su paisana Jane Macgizmo aportando seda melódica a dub y dancehall. Por su parte, el estadounidense Gunna dialoga con acento trapero en “W”, sobre decorado electrónico y los típicos redobles percutivos a la jamaicana. Y en el emblemático “Raggamuffin” enlaza aceleradas rimas, que parecen un trabalenguas, con ese personal e infalible sello armónico “smoother than a lotion”. ∎

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