Hace poco Dean Blunt & Inga Copeland, ahora
Laurel Halo. Hyperdub parece dispuesto a distanciarse de la categoría de sello (solo) dubstep para apostar por una concepción algo más amplia de lo
hipper. Desde luego,
“Quarantine” es algo superior: la confirmación –tras sus celebrados EPs para Hippos In Tanks y Liberation Technologies (este como King Felix), y la casete “Antenna” (2011)– del inasible talento de Laurel Halo como productora, arreglista y, aquí en “Quarantine”, casi
singer-songwriter. Su álbum tira más de la exploración vocal de
“King Felix” (2010) que del techno de
“Hour Logic” (2011) para erigirse, entre brumas ambient, melodías mareantes y bajos extraños, en perfecto acompañante de
“Visions” (Grimes) y
“Ekstasis” (Julia Holter). Tríada mágica (en femenino) del post-pop de 2012.
Con
“estelas de condensación, traumatismos, productos químicos volátiles y virus”, dice ella, como elementos clave de la trama, “Quarantine” despierta zonas dormidas de la conciencia a base de synthpop psicodélico y etéreo, cargado de matices extraños, giros inesperados, capas por explorar, sonidos todavía por bautizar. Algunos referentes saltan a la mente: las voces en clave mantra de
“Years” hacen pensar en el dream pop sagrado de Cocteau Twins;
“Joy”, algo pizpireta, se aproxima a Grimes; los
samples soul de
“Holoday” llevan al “CMYK” de James Blake, y la revoltosa a la par que dramática
“Morcom” no extrañaría en la última Björk. Pero las maneras de Halo son propias, voz desnuda sobre un colchón de sintetizadores averiados, o mejor, infectados; aquejados de belleza enfermiza. Oigan sin vacunar. ∎