Maria Rodés

La primera aventura de Maria Rodés como compositora cinematográfica se enfrenta a un tema convertido ya en una especie de subgénero o variante genérica del actual cine catalán, el de las historias familiares de una burguesía barcelonesa que intenta aislar sus penas al sol estival de Cadaqués. Después de “Casa en flames” (Dani de la Orden, 2024) llega “También esto pasará” (Maria Ripoll, 2025). Son familias con relaciones distintas y problemas diversos, pero que confluyen en un mismo espacio veraniego; da la casualidad, o no, de que ambas películas han sido rodadas en la misma casa, que no está al lado de Port Lligat, sino en el Maresme, en Canet de Mar. El filme musicado por Rodés adapta la novela homónima publicada en 2015 por la escritora Milena Busquets, en la que reconstruye/fabula/ahuyenta diversos aspectos/fantasmas de la relación con su madre, la editora y escritora Esther Tusquets (1936-2012), peso pesado en la industria literaria de este país durante años.

La banda sonora dura solo un poco más de media hora, así que son temas incidentales y cantados justos, nada abusivos ni invasivos. Abre una pieza con aromas brasileños y aires de Astrud Giberto, “Un amor (intro)”, el mismo que cierra el disco y la película en sus créditos finales con una entonación más intimista, el recuerdo de una noche de agosto. Una melodía serena apoyada en el piano acústico, muy melancólica –ese es uno de los sentimientos principales del filme, aunque sea una melancolía arisca–, actúa a modo de hilo conductor repitiéndose en distintas formulaciones en “El funeral” y “La casa”, o esparciéndose con el añadido de efectos de sonido del mar, la guitarra y un chelo en “Te veo por todas partes, Pt. 1”, describiendo los lugares y los espacios más que los personajes en sí mismos. “Vivir con ligereza”, ejecutada solo con guitarra acústica, sí que define la soledad en la que se encuentra la protagonista, mientras que “Senza di ti” evoca sin problemas, y en italiano, las hedonista/tristes muestras de canción popular italiana de los setenta y ochenta. La otra cara del intimismo mediterráneo.

Rodés recupera algunos temas de sus discos y los incrusta de manera natural en la banda sonora. Es el caso de “Se nos fue la luz” y “Prefiero no decir nada”, publicados originalmente en su álbum “Fuimos los dos” (2022), y que aquí subrayan sin lamentos la imposibilidad de una de las relaciones establecidas en el relato. Es perfecto que una misma canción pueda habitar en cuerpos distintos, que casen bien en un disco íntimo y personal y, tiempo después, en la columna sonora para un relato ajeno. Lo mismo ocurre con “Fui a buscar el sol”, la canción que abría “Eclíptica” (2018), aunque aquí la letra adquiere un significado distinto, pues la pérdida de la que habla es muy otra en las imágenes del filme. La banda sonora incluye un par de piezas que adelantan un próximo disco de la autora: “Lo que me pasa”, una canción de aires flamencos sobre la imposibilidad de darle sentido al enamoramiento, y “Hechizo”, que propone con ritmos de flamenco-pop todo lo contrario, un hechizo amoroso de los de antes. ∎