Álbum

Miles Kane

Change The ShowBMG, 2022

Es indicativo leer referencias a Miles Kane en los medios como “el músico de The Last Shadow Puppets”. Ya han pasado casi seis años desde “Everything You’ve Come To Expect” (2016) y, a la espera de noticias sobre los planes que Kane pueda tener junto a Alex Turner, el de Liverpool entrega su cuarto disco, segundo tras el regreso de TLSP, con la sensación ya algo consolidada de que su carrera en solitario se asoma, algo peligrosamente, a un insípido relleno entre disco y disco de lo que antes funcionaba como divertimento y vía de escape.

Kane desprende autoestima (excesiva teatralidad también, en ocasiones), lo que a lo largo de su trayectoria se ha traducido en una progresiva ampulosidad. “Caroline” o “Tell Me What You’re Feeling” son la muestra más patente. Lo que junto a Alex Turner parece fluir con naturalidad, en “Change The Show” se antoja como florituras y exhibicionismo. Precisamente en la sencillez de su estreno, “Colour Of The Trap” (2011), recaía el encanto moderado de Kane y su atractivo para los amantes de los 60 y los 70. Pero allí también estaba Turner, en casi otro mano a mano, y conservaba cierto gancho de unos The Rascals –magníficamente reconvertidos en Echo & The Bunnymen en su cameo en “Awaydays” (Pat Holden, 2008), dicho sea de paso– al rebufo de los Monkeys y con los que firmó “Rascalize” (2008).

Siempre bien rodeado, en “Coup de grace” (2018) Kane contó con la estrecha colaboración de Jamie T en siete de las diez canciones. También de Lana Del Rey en “Loaded” (Kane devolvió el favor en “Dealer” del “Blue Banisters” de la neoyorquina y ha anunciado que tienen bastante material juntos). Aquí no hay nombres de relumbrón. Rescata a Corinne Bailey Rae, mayoritariamente recordada por su “Put Your Records On”, en “Nothing’s Ever Gonna Be Good Enough”, y sorprende con el discurso de Lily Savage, la drag a la que dio vida Paul O’Grady, toda una celebrity en el Reino Unido, en “Don’t Let It Get You Down”.

No formado en un universo de grupos perdidos, sino en la más clásica tradición pop británica y norteamericana –lo que engloba soul clásico, la Motown y el northern soul, The Jam/The Style Council o los básicos del britpop, cantautores, todo lo que hay entre los Stooges y las Supremes–, Kane es capaz de darle a “Tears Are Falling” ciertos aires “Sgt. Pepper’s”, intentar personificarse en Roy Orbison (“Coming Of Age”) y Scott Walker (“Adios Ta-ra Ta-ra”) o acercarse al sonido marca Phil Spector (“Constantly”), mientras se siguen esperando novedades desde Los Ángeles. ∎

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