Álbum

Milton Nascimento + Esperanza Spalding

Milton + esperanzaConcord-Music As Usual, 2024

La creatividad, la admiración, la firme creencia en la capacidad de la música para reunir universos que podrían parecer difícilmente –o artificialmente– reconciliables y la conversación intergeneracional son los motores principales de este trabajo que representa el noveno en la prolífica trayectoria de la jazzista norteamericana Esperanza Spalding. Desde luego no es un álbum normal: marca la primera colaboración larga de la contrabajista, artista y compositora de Portland con el que seguramente es su gran ídolo, su héroe musical, como lleva reconociendo en entrevistas desde los primeros pasos serios de su carrera, el mito de la canción brasileña Milton Nascimento.

No es, sin embargo, ni la primera vez que Spalding se enfrasca en un proyecto creativo compartido con un gran maestro y su anciana sabiduría –en 2018, por ejemplo, colaboró con el pianista Fred Hersch en un concierto conjunto en Village Vanguard– ni la primera que colabora con uno de sus héroes, pues en 2022 se estrenó la ópera “Iphigenia”, cuyo libreto coescribió junto con el saxofonista Wayne Shorter, también relacionado artísticamente con Nascimento. Ni siquiera es la primera vez que colabora con el grande de la fusión carioca, que ya se unió a ella en dueto en 2010 para una de las canciones de “Chamber Music Society”, “Apple Blossom”, y con el que actuó en 2011 en el festival Rock In Rio.

De toda esta colisión de círculos cerrados surge “Milton + esperanza”, un disco que reivindica el poder de escuchar a nuestros mayores, que convierte la espontaneidad y la pasión en aprendizaje mutuo y que renuncia a proponer cualquier cosa más allá de la fusión pura de estilos y una conversación entre generaciones que pone de manifiesto las similitudes entre muchas de sus preocupaciones sociales. Compuesto a lo largo del último año y medio entre visitas de Spalding a la casa de Nascimento en Río de Janeiro, aprovechando el buen estado de forma de su voz tras haberse embarcado en su gira de despedida de los escenarios y persiguiendo la frescura que da un contexto casero, familiar, cotidiano, en él conviven clásicos del autor brasileño reinterpretados por la banda de Spalding –Matthew Stevens a la guitarra, Justin Tyson y Eric Doob a la percusión, Leo Genovese al piano y Corey D. King a los sintetizadores– con nuevas canciones de la norteamericana.

Pero también una inflamada versión jazzística de The Beatles –“A Day In The Life”, de aquel “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” (1967) que tanto influyó en la carrera del brasileño–, el “Earth Song” de Michael Jackson en clave soul-jazz y con la voz de otro mito, la cantante Dianne Reeves, o una climática adaptación del tema de Wayne Shorter –fallecido el año pasado“When You Dream”, basculante y por momentos experimental, que cuenta con coros de la que fuera su mujer, Caroline Shorter. También aparece el guitarrista de bossa Guinga para darle una vuelta a su “Saci” y sacarla de la psicodelia, o el maestro Lula Galvão también a la guitarra, o la Orquesta Ouro Preto de Rodrigo Toffolo para aportar detalles aquí y allá, cuerdas, vientos. Y Nascimento le dedica “Um vento passou” a un Paul Simon que incluso se aprendió sus versos en portugués para sumarse a la canción. Ellos, entre otros y otras, anduvieron para que artistas como Esperanza pudieran volar, y de reconocerlo dándoles la mano va este disco.

Contaba en el programa de Stephen Colbert el otro día Nick Cave –aunque ya lo contó en su newsletter, The Red Hand Files– cómo vivió la sesión de estudio que compartió con un maltrecho Johnny Cash en 2007 en el estudio de Rick Rubin: la música parecía devolverle a la vida, parecía insuflar energía de nuevo. Y en cierto modo –salvando mucho las distancias: el brasileño está estupendo a sus 81 años– algo parecido se aprecia en “Milton + esperanza”. Nascimento sonríe, se aleja de la música melancólica y de la saudade de sus últimos trabajos y recupera una alegría jazz-pop que más que sorprender, reconforta. Nada que ver, vaya, la versión de “Cais” –de aquel mítico “Clube da esquina” de 1972– contenida aquí, rítmica y vibrante, pletórica y primaveral, con la publicada en 2020 junto a Criolo y Amaro Freitas para el EP “Existe amor”, mucho más oscura. Y aunque es evidente que el tiempo siempre corre a favor de la nostalgia y que collige, virgo, rosas pues es imposible revivir los brillos juveniles, ahí están Lianne La Havas, Maria Gadú, Tim Bernardes, la prodigiosa flautista Elena Pinderhughes o incluso Shabaka Hutchings para celebrar la música de uno de los más grandes compositores a través del tiempo, más allá de él. La música es un sueño maravilloso. ∎

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