Disco destacado

Mogwai

Young TeamChemikal Underground-Caroline España, 1997
Sus singles para Love Train o Wurlitzer Jukebox –recopilados en “Ten Rapid” (Jetset, 1997)– emitían una señal inequívoca: Mogwai no eran un grupo más dentro de la última efervescencia escocesa, otra pandilla de jovenzuelos desocupados exhibiendo sus miserias o haciendo puzzles –algunos muy buenos, ojo– con el legado de The Velvet Underground y The Jesus And Mary Chain. Mogwai aspiraban a más, inmolándose en panorámicas de guitarras ralentizadas, explorando microsurcos de ambientaciones misteriosas, escrutando el horizonte en busca de la verdadera esencia de los grandes. Querían absorber el abismo de My Bloody Valentine, cruzar la belleza suicida de Joy Division, quemarse en la transgresión de Sonic Youth, vivir en el susurro acuático de Slint o Codeine ¿Post-rock? ¡Por favor! Esto es rock caminando de nuevo por el filo de la navaja, enredándose en un campo magnético de alta tensión, dignificando la experimentación sin caer en intelectualismos de salón. Puro ruido blanco vomitando melodías en espirales vertiginosas, licuándose en una ceremonia que –una vez más: así será siempre– es capaz de hacer que lo viejo suene a nuevo. Abriendo y cerrando interrogantes en una fiesta donde la memoria se activa y queda saciada en una comunión de fumigación eléctrica.

Escocia ruge.
Escocia ruge.
Stuart Leslie Braithwaite (guitarra), Dominic Aitchison (bajo), John Cummings (guitarra) y Martin Bulloch (batería) lo han conseguido. “Young Team” es un disco que deja sin palabras, un clásico instantáneo de fuego y poesía, de euforia e introspección, de pianos encadenados, conversaciones intuidas, bajos profundos y guitarras apasionadas. Todo –y una flauta celestial– puede (¿puede?) resumirse en “Mogwai Fear Satan”, más de quince minutos de expedición eléctrica que parecen guiados por la gracia de los mejores Spacemen 3 o Mercury Rev. Un must que se puede contrastar con, por ejemplo, “With Portfolio”, cortesía de Brendan O’Hare –miembro del grupo durante unas semanas: el ex Teenage Fanclub se está ganando a pulso el título de nómada del círculo escocés–, un piano desemparado canibalizado por una brutal intromisión ruidista. O con “R U Still In 2 It” –con la voz de Aidan Moffat, de Arab Strap–, el sueño hecho realidad de cualquier banda con el ojo puesto en Louisville.

“Young Team”, la última gran obra del 97, es un debut tajante y esperanzador, un álbum que, venga lo que venga después, justifica toda una carrera. Se admiten apuestas. ∎


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