Álbum

Moritz Von Oswald Trio

Dissent. Chapter 1-10Modern-BMG, 2021

El capítulo dedicado a Moritz Von Oswald en la historia de la música electrónica ya quedó escrito durante los años 90 cuando empezó a operar junto a Mark Ernestus en el sello-artista Basic Channel y sus posteriores mutaciones: Maurizio, Chain Reaction y Rhythm & Sound. El giro que le dieron al techno con una intangible nebulosa de ritmos latentes y atmósferas crepitantes, que en el último de los casos derivó en homenaje y reconocimiento de la influencia del dub jamaicano, abrió una vía de exploración cuya onda expansiva llega hasta nuestros días, dejando huellas tanto en el dubstep como en el minimal techno, el ambient (y anti-ambient) y la música de baile en general. Todo ello rodeado de un aura de misterio que en principio jugó al escondite haciendo creer que detrás había alguna luminaria de Detroit. Una década antes ya había tocado la batería en la última encarnación de los oblicuos Palais Schaumburg, donde coincidió con futuros colaboradores como Thomas Fehlmann –en 2MB y, junto a Juan Atkins, 3MB, firmantes del seminal “Jazz Is The Teacher”– y Ralf Hertwig –en Time Unlimited– y no llegó a hacerlo con el inclasificable Holger Hiller –al que sí secundó en su primer disco en solitario– ni con F.M. Einheit, que ya se había pasado a Einstürzende Neubauten. 

Como es ley de vida que no se puede estar inventando constantemente, Oswald parece que lo aceptó evitando exprimir la fórmula y siguiendo una carrera inquieta en diferentes direcciones que incluyen la reconstrucción de obras de Ravel y Mussorgsky junto a Carl Craig para Deutsche Grammophon, el techno detroitiano junto a Juan Atkins como Borderland, o como eje de ese trío variable por el que pasaron, entre otros, figuras como Vladislav Delay, Max Loderbauer (de Sun Electric) o el motor del afrobeat, el batería Tony Allen. 

Parecía que tras cinco álbumes entre 2010 y 2015 para el sello Honest Jons esa etapa también estaba finiquitada, pero ahora lo resucita con una nueva formación que completan la productora norteamericana Laurel Halo y el batería Heinrich Köbberling. Construido como los anteriores a base de largas sesiones de improvisación posteriormente reformuladas en el estudio para obtener un corpus coherente, “Dissent” es probablemente el más ortodoxo de todos, enfocado a una suerte de techno-jazz que se escucha como una sesión o concierto que se desarrolla in crescendo. Desde un “Preface” preparatorio hasta el machacón “Epilogue” final, el peso de cada uno de los diez “Chapter” recae en el arsenal rítmico que plantea Köbberling –jazz metronómico, arrebatos tribales, virtuosismo poliédrico digno de Jaki Liebezeit– para que Halo y Oswald superpongan una red de acolchados sintéticos, sonoridades futuristas y fraseos de piano eléctrico, al principio más free y de puesta en situación, y a partir del cuarto movimiento ya más corpóreos, con momentos mágicos como “Chapter 5”, cuyo amago house se diría homenaje al “Bug In The Bassbin” de la Innerzone Orchestra de Carl Craig, o “Chapter 10”, donde una simple repetición de golpes de tambor da pie a un desarrollo cinemático noir verdaderamente hipnótico. Menos formal que la colaboración de Jeff Mills con el propio Allen de 2018 (“Tomorrow Comes The Harvest”), esta reaparición jazztrónica del Moritz Von Oswald Trio se recibe con la misma naturalidad que exhibe un tipo que, sin querer hacer nunca demasiado ruido, siempre acaba seduciendo. ∎

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