Seis años nos ha hecho esperar Shara Worden desde su anterior LP para alimentarnos con un nuevo álbum que es de todo menos lo esperado: estamos ante un trabajo que rompe de lleno con el anterior LP de My Brightest Diamond ya desde su misma planificación, o por la ausencia de la misma. En este caso, dictaminada por la rapidez con que la neoyorquina compuso y grabó estas diez canciones en apenas dos semanas y media, entre el 26 de julio y el 13 agosto.
Lo primero que impresiona de “Fight The Real Terror” es lo descarnado que suena. Adiós a la purpurina con la que maquillaba sus canciones, hola al cara a cara sin ornamentos ni nada que pueda despistar acerca de semejante tratado de amor y terror, a partes iguales. En esto tuvo mucho que ver el consejo de Tom Schick, productor del disco, que pensó en mantener la crudeza de las demos originales.
El álbum arranca con el tema que le pone título. Uno que deja a las claras que el barroquismo dance de “A Million And One” (2018), su anterior álbum, ha dejado paso a un manifiesto de tensión eléctrica, desnuda, torrencial. Este corte es el que marcó la línea a seguir en la atmósfera general que respiran estas canciones, cuya inspiración proviene del impacto que le provocó ver la actuación de Sinéad O’Connor de 1992 en ‘Saturday Night Live’ en la que se sirvió del “War” de Bob Marley para hablar de los abusos infantiles de la iglesia.
Precisamente, el círculo trazado por la influencia de la irlandesa se cierra en “Saw A Glimpse”, corte final del álbum, en el que Worden es capaz de arrancar lágrimas a las piedras por medio de un canto a capela motivado por la fuerza con la que la O’Connor siempre indagó en cómo enfocar el futuro desde la esperanza para contrarrestar las injusticias más dolorosas de nuestro mundo.
Retomando la senda de la tempestad abierta en el tema inicial del álbum, en un corte como “Rocket In My Pocket” llega a recordarnos a la PJ Harvey más combativa de la primera mitad de los noventa, en la que suena todo lo guerrillera que le piden unas letras armadas como un ataque frontal de contundente rebelión feminista.
En “Even Warriors”, la belleza se abre paso al galope de una interpretación sobre mínimos instrumentales que beben de la patente sellada por Nico. El eco de la alemana también se hace presente en otras gemas de delicadeza acústica cristalina como “Have You Ever Seen An Angel” y “Sublime”, que subrayan la emotividad sin cortapisas de este trabajo, arrebatador por la cercanía con la que Worden nos hipnotiza y sacude a partes iguales.
Por si aún quedaba alguna duda, “Fight The Real Terror” es un viaje turbulento zurcido de calma y tormenta. Sin duda, su colección de canciones más arrebatadora y sincera hasta la fecha, un tratado fervoroso sobre la necesidad de perder el miedo a vivir. ∎