Álbum

Neil Young

Carnegie Hall 1970Shakey-Reprise-Warner, 2021

“Si vais a hacerlo, hacerlo conmigo”, suelta de pronto Neil Young. Y vuelta a empezar. Arpegios de guitarra acústica, “Oh to live on sugar mountain” y palmas del público. Tampoco esa, sin embargo, será la buena. Ni la siguiente. Hasta en tres ocasiones tendrá que volver a empezar el canadiense “Sugar Mountain”. Y cuando por fin parece que está a punto de conseguirlo, otra ración de palmas y otro amago de descarrilamiento. “No deis palmas, ¡cantad!”, insiste Young, a quien el entusiasmo del público y la asombrosa acústica del local a punto estuvieron de aguarle su debut en el Carnegie Hall neoyorquino.

Ocurrió a finales de 1970, en el primero de los dos pases que ofreció entre la tarde del 4 de diciembre y la madrugada del 5, y lo sabemos ahora gracia a la recién nacida “Official Bootleg Series”, una suerte de complemento a los “Neil Young Archives” con el que el músico busca pulir y dar esplendor a algunos de sus directos más legendarios. Y nada mejor para inaugurar la serie que la grabación poco conocida de una de sus grandes noches de gloria; una velada de la que se había pirateado y viralizado el segundo pase, pero no tanto el primero, considerado por el propio Young el mejor de los dos. Tampoco cuesta demasiado entender el porqué.

Parlanchín y dicharachero, Young se sabía en plena forma tras publicar “After The Gold Rush” (1970) y grabar a toda prisa la combativa “Ohio”’ con Crosby, Stills, Nash & Young, por lo que toda la actuación es, nunca mejor dicho, un auténtico recital. Un festín acústico en el que el de Toronto echa el resto mientras picotea de “Everybody Knows This Is Nowhere” (1969), pasa de puntillas por su debut homónimo de 1968 (solo “The Loner” se salva) y rescata tanto material de Buffalo Springfield (espléndida “Nowadays Clancy Can’t Even Sing” al piano) como material reciente de CSNY (caen “Helpless” y, claro, también “Ohio”).

El brillo de la novedad hace que Tell Me Why” y “Only Love Can Break Your Heart” destaquen especialmente, pero es que, además, Young aprovecha la ocasión para presentar en sociedad canciones entonces aún inéditas como “Old Man” y “See The Sky About To Rain”. Poco más se le puede pedir a un artista que estrenaba década pletórico y con una envidiable plenitud expresiva; un artista que incluso se podía permitir el lujo de “reñir” al público por aplaudirle únicamente por sentarse al piano. Tampoco toco tan bien, todas las introducciones son iguales, bromea justo antes de fundirse en la delicada “Birds” y echar a volar sobre el Carnegie Hall. ∎

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